La confianza de los consumidores de Estados Unidos en la evolución de la economía y de su situación financiera personal alcanzó en junio su nivel más alto desde hace seis años, informó The Conference Board.
Paralelamente, la confianza empresarial en Alemania volvió a empeorar ligeramente durante junio, en el marco de un clima de incertidumbre generado por la persistente crisis en Ucrania y el estallido de la violencia en Irak, informó el Instituto de Investigación Económica Ifo.
El índice de confianza que elabora esa entidad privada de análisis norteamericana a partir de encuestas subió este mes hasta los 85,2 puntos, por encima de los 83 enteros de mayo, y mejor que los 83,5 puntos que esperaban los analistas.
De esta forma, la confianza de los consumidores estadounidenses en la evolución de la economía del país se sitúa en su nivel más alto desde enero de 2008, cuando alcanzó los 87,3 puntos, según recuerda la entidad en un comunicado.
“En junio creció principalmente por una mejora de las actuales condiciones, especialmente de la evaluación de los consumidores de la situación empresarial”, dijo la directora del Centro de Investigación sobre Consumidores de esa entidad, Lynn Franco.
El porcentaje de personas que cree que las condiciones empresariales son “buenas” pasó de 21,1 puntos en mayo a 23 puntos, mientras que los que creen que son “malas” bajó hasta 22,8 puntos, desde los 24,6 puntos del mes anterior.
“El sector económico alemán teme los efectos que puedan derivarse de las crisis en Ucrania e Irak”, sostuvo el presidente del instituto Ifo, Hans-Werner Sinn.
El Ifo se mantiene desde marzo de 2010 por encima de la marca de los cien puntos.
En mayo sufrió la primer caída tras haber aumentado ligeramente en abril. El clima empresarial alemán, de acuerdo con el índice Ifo, cayó de 110,4 a 109,7 puntos, el nivel más bajo a partir de diciembre de 2013.
El barómetro Ifo es el principal indicador temprano de la economía alemana y surge de la consulta entre 7.000 empresas y analistas del país.
La caída fue más pronunciada que la pronosticada por los analistas, ya que las empresas estiman que su situación actual es buena, pero ven con menos optimismo las perspectivas para los próximos meses.