Los consumidores necesitan préstamos para comprar autos y vivienda, por eso esos segmentos de los economía son los que más respondieron a la estrategia de Ben Bernanke, que consiste, desde el año pasado, en mantener bajas las tasas de interés ( entre 0% y 0,25%) y comprar US$ 40.000 millones en activos hipotecarios por mes, hasta que la economía comience a reaccionar.
A poco de lanzar su programa de estímulos en septiembre del año pasado, eran muchas las acusaciones a la Reserva Federal, que decían que la política de la Fed sembaría el terreno para la inflación en el futuro o permitiría al Gobierno mantener un gran déficit.
Bernanke y sus colegas en el Federal Open Market Committee (FOMC) han prometido continuar con la compra de bonos hasta que el mercado laboral mejore “sustancialmente”. El aumento en el nivel de empleo, en la construcción y en la fabricación de vehículos refuerza el argumento de que la compra de activos puede ayudar a acelerar la recuperación.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics predice un crecimiento del empleo total para este año de “cerca de 2 millones de puestos de trabajo”, casi igual al del año pasado. Pero calcula que para 2014 y 2014 habrá que esperar un crecimiento de 3 millones. Gran parte del incremento provendrá del sector de la construcción, del sector automotor y del aumento del consumo.
Bernanke ha mantenido los tipos de interés casi en cero desde diciembre 2008. El FOMC ha dicho en repetidas oportunidades que una tasa excepcionalmente baja es adecuada mientras no se prevea una inflación superior a 2,5% y el desempleo se mantenga por arriba de 6,5%.