Washington, junto a otras potencias occidentales e Israel, creen que bajo el paraguas de un aparente programa nuclear civil, Irán intente hacerse con armas nucleares, algo que Teherán niega.
Las potencias aducen que, gracias a sus reservas de uranio y la tecnología acumulada, Irán podría producir a mediano plazo uranio enriquecido al 90 por ciento, lo que le permitiría fabricar bombas atómicas.
Pero Teherán afirma que enriquece uranio solo para uso civil, hasta un 5% para la producción de energía eléctrica, y hasta un 20% para alimentar su laboratorio de investigación médica.
Todo esto sucede mientras Irán es un país firmante del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), acuerdo que le permite enriquecer uranio.
Sin embargo, Teherán no evitó que le fueran aplicadas severas sanciones económicas desde Washington y la Unión Europea (UE).
Estas penalidades aplicadas en los últimos 15 meses están afectando la economía y los ingresos petroleros del país islámico, cuya moneda perdió más de la mitad de su valor, lo que a su vez impulsó la inflación.
Las sanciones están enfocadas a “aislar al gobierno iraní por el continuo incumplimiento de sus obligaciones internacionales”, indicó en un comunicado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, citado por la agencia de noticias EFE.
Es la primera vez que el rial, la moneda iraní, es objeto de sanciones directas por parte del gobierno estadounidense.
Con la orden ejecutiva firmada por Obama, se autoriza a imponer sanciones “a instituciones financieras extranjeras que a sabiendas lleven a cabo o faciliten transacciones significativas para la compra o venta del rial iraní”.
En cuanto al sector automotor, las nuevas sanciones penalizan la venta, suministro o transferencia de bienes o servicios para el montaje en Irán de vehículos ligeros y pesados, de acuerdo con la Casa Blanca.
La orden presidencial contempla también sanciones para aquellos que proporcionen “apoyo material” a personas o entidades iraníes previamente sancionadas por las autoridades estadounidenses.
“Las medidas adoptadas hoy son parte del compromiso del presidente Obama para evitar que Irán adquiera un arma nuclear”, explicó Carney en el comunicado.
A medida que aumenta la presión sobre el Gobierno iraní “tenemos la puerta abierta a una solución diplomática”, indicó Carney, aunque destacó que el tiempo para negociar “no es ilimitado”.
La semana pasada, Washington anunció nuevas sanciones contra varias compañías de la industria petroquímica de Irán, un sector al que considera la segunda fuente de ingresos del gobierno iraní.
Esas sanciones llegaron un día después de que el Departamento del Tesoro norteamericano anunció que permitirá la exportación de teléfonos móviles y otros aparatos de comunicación para favorecer a los ciudadanos iraníes, al levantar una prohibición que estaba en vigor desde 1992.