Corea recibe el Nobel de la Paz

El presidente de Corea del Sur fue el ganador, tras participar 14 años como candidato. Kim dedicó su carrera política a la consecución de la democracia, en un país gobernado por dictaduras militares hasta finales de los ´90.

13 octubre, 2000

(EFE).- El presidente de Corea del Sur, Kim Dae-Jung, fue elegido para recibir el premio Nobel de la Paz 2000, tras 14 años como candidato.

La noticia fue recibida con satisfacción entre políticos de todos los partidos y con demostraciones de júbilo entre la población.

El primer premio Nobel para Corea del Sur desató muestras de alegría en las calles de las principales ciudades y con especial intensidad en Haui, la isla de la provincia de Choya, al sureste del país, donde nació hace 75 años el galardonado.

El presidente Kim dijo en un mensaje que leyó su portavoz, Park Jun Yung, que compartía el premio con toda su familia y con todos los que lucharon por la democracia.

El corresponsal en Pyongyang de la cadena de televisión SBS informó de que en Corea del Norte aún no ha sido divulgada oficialmente la noticia del premio al presidente surcoreano, pero que los altos cargos políticos la recibieron con beneplácito por su significado para afianzar la paz en la península.

Los partidos políticos de la oposición felicitaron a Kim y expresaron sus esperanzas de que el premio sirva también para mejorar las situación política y económica de Corea del Sur.

El premio Nobel de la Paz constituye el máximo reconocimiento mundial a cuarenta años de vida pública de Kim, que alcanzaron su cúspide este año en la reunión con el líder norcoreano Kim Jong Il, para la cual, el presidente surcoreano se desplazó a Pyongyang.

El largo apretón de manos en el aeropuerto de la capital norcoreana, el 13 de junio pasado, entre los gobernantes de un país dividido por una guerra que técnicamente sigue vigente, ya que terminó en una tregua en 1953, dio inicio a una rápida sucesión de acercamientos.

El primer encuentro entre el líder del único sistema estalinista del mundo y el presidente de la pro occidental y capitalista Corea del Sur, adoptó el eslogan “somos el mismo pueblo” y prosiguió con diálogos militares, reunión de familias separadas, planes de acuerdos comerciales y reconstrucción de enlaces ferroviarios.

Llamado a menudo el “Mandela de Asia”, Kim había sido propuesto hace 14 años como candidato al premio Nobel de la Paz, por una carrera política dedicada a la consecución de la democracia, en un país gobernado por dictaduras militares hasta finales de la década de los ´90.

Desde 1971 a 1992 Kim fue candidato presidencial tres veces sin éxito y su accidentada carrera incluye encarcelamientos, repetidas persecuciones, secuestros, atentados contra su vida y hasta una sentencia de muerte.


En 1998, consiguió la jefatura del gobierno en medio de una crisis económica que forzó a Corea del Sur a recibir un auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI), después de haber llegado a ser una de las 11 primeras economías del mundo.

Las amplias reformas en los sectores financiero e industrial, que tuvieron lugar a continuación con el fin de sacar al país de la crisis económica, no menguaron los esfuerzos de Kim para convencer a Corea del Norte, país azotado por repetidas hambrunas, de que la reunificación era posible.

En la larga lista de reconocimientos a su sacrificada carrera política, se incluyen el premio Bruno Kreisky de los Derechos Humanos, en 1981, la Medalla de la Libertad de Filadelfia, en 1999, y el premio Thorolf Rafto en Noruega, el mes pasado.

La edición digital del diario Korean Herald calificó a Kim como el “disidente más prestigioso de Asia” y afirmó que el Premio Nobel de la Paz ayudará a mejorar la imagen de un país recordado en el mundo por las protestas callejeras, que terminaban en violentos enfrentamientos con la policía.

(EFE).- El presidente de Corea del Sur, Kim Dae-Jung, fue elegido para recibir el premio Nobel de la Paz 2000, tras 14 años como candidato.

La noticia fue recibida con satisfacción entre políticos de todos los partidos y con demostraciones de júbilo entre la población.

El primer premio Nobel para Corea del Sur desató muestras de alegría en las calles de las principales ciudades y con especial intensidad en Haui, la isla de la provincia de Choya, al sureste del país, donde nació hace 75 años el galardonado.

El presidente Kim dijo en un mensaje que leyó su portavoz, Park Jun Yung, que compartía el premio con toda su familia y con todos los que lucharon por la democracia.

El corresponsal en Pyongyang de la cadena de televisión SBS informó de que en Corea del Norte aún no ha sido divulgada oficialmente la noticia del premio al presidente surcoreano, pero que los altos cargos políticos la recibieron con beneplácito por su significado para afianzar la paz en la península.

Los partidos políticos de la oposición felicitaron a Kim y expresaron sus esperanzas de que el premio sirva también para mejorar las situación política y económica de Corea del Sur.

El premio Nobel de la Paz constituye el máximo reconocimiento mundial a cuarenta años de vida pública de Kim, que alcanzaron su cúspide este año en la reunión con el líder norcoreano Kim Jong Il, para la cual, el presidente surcoreano se desplazó a Pyongyang.

El largo apretón de manos en el aeropuerto de la capital norcoreana, el 13 de junio pasado, entre los gobernantes de un país dividido por una guerra que técnicamente sigue vigente, ya que terminó en una tregua en 1953, dio inicio a una rápida sucesión de acercamientos.

El primer encuentro entre el líder del único sistema estalinista del mundo y el presidente de la pro occidental y capitalista Corea del Sur, adoptó el eslogan “somos el mismo pueblo” y prosiguió con diálogos militares, reunión de familias separadas, planes de acuerdos comerciales y reconstrucción de enlaces ferroviarios.

Llamado a menudo el “Mandela de Asia”, Kim había sido propuesto hace 14 años como candidato al premio Nobel de la Paz, por una carrera política dedicada a la consecución de la democracia, en un país gobernado por dictaduras militares hasta finales de la década de los ´90.

Desde 1971 a 1992 Kim fue candidato presidencial tres veces sin éxito y su accidentada carrera incluye encarcelamientos, repetidas persecuciones, secuestros, atentados contra su vida y hasta una sentencia de muerte.


En 1998, consiguió la jefatura del gobierno en medio de una crisis económica que forzó a Corea del Sur a recibir un auxilio del Fondo Monetario Internacional (FMI), después de haber llegado a ser una de las 11 primeras economías del mundo.

Las amplias reformas en los sectores financiero e industrial, que tuvieron lugar a continuación con el fin de sacar al país de la crisis económica, no menguaron los esfuerzos de Kim para convencer a Corea del Norte, país azotado por repetidas hambrunas, de que la reunificación era posible.

En la larga lista de reconocimientos a su sacrificada carrera política, se incluyen el premio Bruno Kreisky de los Derechos Humanos, en 1981, la Medalla de la Libertad de Filadelfia, en 1999, y el premio Thorolf Rafto en Noruega, el mes pasado.

La edición digital del diario Korean Herald calificó a Kim como el “disidente más prestigioso de Asia” y afirmó que el Premio Nobel de la Paz ayudará a mejorar la imagen de un país recordado en el mundo por las protestas callejeras, que terminaban en violentos enfrentamientos con la policía.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades