Fue un día después de que se presentara el primer proyecto que intenta aliviar el embargo a La Habana, que se convirtió en el mayor obstáculo para el restablecimiento de las relaciones.
El subsecretario de Estado estadounidense para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Tom Malinowski, aseguró durante la primera audiencia celebrada en el Legislativo de EE.UU. sobre las negociaciones bilaterales, que tiene lugar hoy en el Senado que la naturaleza del gobierno de Cuba no ha cambiado, pero insistió en que es ineludible reconocer también que el embargo hacia ese país durante la última mitad de siglo no ha ayudado a debilitar al régimen cubano, y no ha supuesto un cambio positivo para la vida de los ciudadanos.
Con referencia a la liberación de los 53 presos políticos cubanos, requisito indispensable impuesto por Washington para continuar con las negociaciones, el subsecretario reconoció que ese paso no supone un cambio estructural para la vida de los cubanos, informó la agencia EFE.
“Todos estamos de acuerdo en que la liberación de estos presos políticos no cambia nada en Cuba por sí mismo. Cuba sigue siendo un estado unipartidista que intenta controlar toda actividad política, cultural y económica. El gobierno continúa vigilando todo lo que ocurre, desde las plazas de La Habana hasta las reuniones independientes de la sociedad civil en las provincias”, agregó.
En su intervención ante los legisladores, Malinowski indicó también en que “ninguno” de los problemas que azotan a Cuba “es culpa de Estados Unidos”, pero, como apuntó la subsecretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, los nuevos pasos dados hacia la isla ya no permitirán que nadie responsabilice a Washington de lo que ocurre en La Habana.
Ante las preguntas por parte del presidente del Subcomité del Senado para Latinoamérica, el republicano Marco Rubio, Jacobson explicó también que su departamento no participó en las negociaciones previas al anuncio que, a finales del pasado año, hicieron las autoridades de EEUU y Cuba para reanudar relaciones.
“Solamente hemos comenzado las conversaciones oficiales para normalizar las relaciones, lo que llevará un tiempo mucho más considerable que este primer paso, que es el de restablecer las relaciones diplomáticas”, aseveró la subsecretaria según un cable de la agencia ANSA.
El pasado 17 de diciembre, Cuba y Estados Unidos anunciaron un acuerdo de acercamiento entre los dos países, que busca en última instancia levantar el embargo hacia la isla. Pese a las acciones ejecutivas de Obama, quien ya ha suavizado algunas restricciones en materia de viajes y comercio, el levantamiento de la totalidad del embargo depende de la aprobación del Congreso de EE.UU.
“Estamos hoy en un momento en que hay restricciones para el movimiento de los funcionarios de Cuba y Estados Unidos en ambos países. Hoy en día para salir de los límites de La Habana y de los límites de Washington hay que pedir un permiso”, recordó por su lado, Josefina Vidal, principal negociadora de La Habana en la “nueva etapa” que abren ambas naciones, anoche, en una entrevista televisiva.
Vidal expuso que su país estima como “no negociables” sus problemas internos y considera imprescindible que el embargo de más de medio siglo que le aplica el país vecino sea “sepultado”.
Asimismo, manifestó que Obama, “tiene posibilidades para vaciar al bloqueo de su contenido fundamental”, pero reiteró que el proceso de “normalización de las relaciones” será “prolongado y arduo”.
El Congreso de EE.UU. recibió ayer el primer proyecto de ley destinado a aliviar el embargo a Cuba, a la vez que la alta funcionaria Roberta Jacobson, quien participó de las primeras reuniones con pares cubanos, testificará el próximo martes en la audiencia que celebrará el Congreso sobre el acercamiento de las relaciones con la isla.
Un grupo bipartidista de senadores presentó el texto legislativo, denominado la Ley de Libertad para Viajar a Cuba, que pondría fin a las restricciones legales sobre los viajes a la isla para los ciudadanos estadounidenses y residentes legales, así como a las transacciones bancarias relacionadas con dichos viajes.
En rueda de prensa, Leahy, uno de los legisladores que más respaldó la distensión de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, aseguró que tanto él como sus colegas entienden que la situación no se va a solucionar “de la noche a la mañana”, pero insistió en que este tipo de proyectos de ley son un paso más hacia la normalización.
Además del proyecto presentado, se espera que la semana que viene el legislador republicano Mark Sanford y el demócrata Jim McGovern introduzcan un texto paralelo en la Cámara de Representantes.
Mientras tanto, en las próximas semanas se celebrará en Washington una segunda ronda de contactos entre los gobiernos de ambos países.