Coimápolis II: sigue la causa, pese al ferragosto

“Todos pagaban sin chistar”, declaró ante los fiscales Lorenzo Marzocchi, gestor de sobornos y cajero de fondos ilícitos, coprotagonista del nuevo escándalo empresario desatado en Italia. Se habla ya de políticos involucrados.

11 agosto, 2004

Los interrogatorios efectuados hasta el martes, pese al “ferragosto”, elevan a dieciséis el número de empresas complicadas en una densa red de corrupción que ya se conoce como “Tangentopoli II” (Coimápolis II), de la cual casi nadie se ocupa en el Río de la Plata. Ahora hay una diferencia: investigadores y fiscales parecen seguros de que existían políticos involucrados.

Un documento secuestrado el domingo y varios correos electrónicos descubiertos el martes confirmas nexos entre coimas pagadas por firmas privadas y fondos negros canalizados a la campaña electoral previa a los recientes comicios para el Parlamento Europeo. Donde fracasaron Silvio Berlusconi y Forza Italia, pese a sus considerables gastos en pos de votos.

Hasta ahora, se creía que la intervención de dirigentes partidarios era invención de Marzocchi y sus cómplices (Luigi Cozzi, Mauro Cartei) para presionar a compañías remisas a pagar sobornos ya convenidos. Todo gira alrededor del Ente Nazionale Idrocarburi (ENI, el YPF italiano) y dos subsidiarias, ENIPower –estaciones de servicios- y EnelPower (usinas).

Los interrogatorios efectuados hasta el martes, pese al “ferragosto”, elevan a dieciséis el número de empresas complicadas en una densa red de corrupción que ya se conoce como “Tangentopoli II” (Coimápolis II), de la cual casi nadie se ocupa en el Río de la Plata. Ahora hay una diferencia: investigadores y fiscales parecen seguros de que existían políticos involucrados.

Un documento secuestrado el domingo y varios correos electrónicos descubiertos el martes confirmas nexos entre coimas pagadas por firmas privadas y fondos negros canalizados a la campaña electoral previa a los recientes comicios para el Parlamento Europeo. Donde fracasaron Silvio Berlusconi y Forza Italia, pese a sus considerables gastos en pos de votos.

Hasta ahora, se creía que la intervención de dirigentes partidarios era invención de Marzocchi y sus cómplices (Luigi Cozzi, Mauro Cartei) para presionar a compañías remisas a pagar sobornos ya convenidos. Todo gira alrededor del Ente Nazionale Idrocarburi (ENI, el YPF italiano) y dos subsidiarias, ENIPower –estaciones de servicios- y EnelPower (usinas).

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