Una compra de bonos por un total de US$ 1.000 millones y la inversión de US$ 400 millones en la construcción de una planta regasificadora en la Argentina, capaz de procesar 10 millones diarios de m3 de gas, serán el aporte concreto a la continuidad de los Kirchner en el gobierno que traerá el lunes el presidente venezolano, Hugo Chávez.
El jefe de Gabinete Alberto Fernández destacó el gesto del país caribeño con la sugestiva reflexión de que “cuando los organismos financieros internacionales no acompañaron, Chávez siempre ha estado para ayudar”.
En esta oportunidad, ambas señales de apoyo alcanzan a temas sensibles de la administración de Néstor Kirchner, como la escasez de energía en que desembocó el desaliento a las inversiones que ha venido ejecutando y el cuello de botella financiero que se da por períodos debido a la reestructuración de la deuda externa.
Justamente este mes se acumularon vencimientos por US$ 2.550 millones, en los que tiene fuerte incidencia el pago del cupón Boden 2012, y el ingreso de US$ 500 millones del primer tramo de la operación con Venezuela se aplicará a cancelar esos compromisos.
Con la suscripción de Bonar X y Boden 2015 por parte del Estado venezolano, las tenencias de endeudamiento argentino ascenderán a US$ 5.200 millones, a tasas de mercado.
Los desembolsos se dividen en US$ 500 millones al firmarse el acuerdo y dos más de US$ 250 millones cada uno en el curso del año.
El secretario de Finanzas, Sergio Chodos, fue el encargado de armar, junto con los funcionarios del gobierno de Caracas, la arquitectura de la operación. No se sabe si una parte de esos bonos se tomará a cuenta del aporte argentino para la emisión del bono del Sur que impulsa Chávez, o si (como en los anteriores casos) serán colocados a terceros por Venezuela, con un spread de ganancia por su intermediación.
En cuanto a la planta de gas, la participación venezolana será mayoritaria, pero el capital accionario será abierto para empresarios argentinos que se sumen al negocio.
México
Chávez lidera un encuentro del Alba mientras Kirchner conversó en México sobre el Mercosur, al que Venezuela aún no logró ingresar.
Desde México, el presidente Néstor Kirchner “abogó” porque mejoren las relaciones entre México y Venezuela. Agregó: “No tengo ninguna duda que también el gobierno de Venezuela está absolutamente de acuerdo con la integración de México”.
Chávez propone la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba) frente al capitalismo destructor, un nuevo contrato social, económico y cultural, y fomentar e impulsar las relaciones Sur-Sur, según definieron en Caracas.
Es una alianza para contrarrestar el intento de USA de formar el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), y de ella participan Bolivia, Cuba y Nicaragua, además de Venezuela.
En cuanto a las relaciones entre México y Venezuela, vieron el peor momento en noviembre de 2005, cuando ambos países retiraron a sus embajadores tras críticas de Chávez al entonces presidente Vicente Fox, a quien llamó “cachorro del Imperio” por la defensa que había realizado del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca) que impulsa USA.
Desde entonces sólo hay encargados de negocios en las representaciones diplomáticas.
Calderón, que asumió el poder el 1º de diciembre de 2006, ha asegurado que quiere normalizar las relaciones con Venezuela.
Una compra de bonos por un total de US$ 1.000 millones y la inversión de US$ 400 millones en la construcción de una planta regasificadora en la Argentina, capaz de procesar 10 millones diarios de m3 de gas, serán el aporte concreto a la continuidad de los Kirchner en el gobierno que traerá el lunes el presidente venezolano, Hugo Chávez.
El jefe de Gabinete Alberto Fernández destacó el gesto del país caribeño con la sugestiva reflexión de que “cuando los organismos financieros internacionales no acompañaron, Chávez siempre ha estado para ayudar”.
En esta oportunidad, ambas señales de apoyo alcanzan a temas sensibles de la administración de Néstor Kirchner, como la escasez de energía en que desembocó el desaliento a las inversiones que ha venido ejecutando y el cuello de botella financiero que se da por períodos debido a la reestructuración de la deuda externa.
Justamente este mes se acumularon vencimientos por US$ 2.550 millones, en los que tiene fuerte incidencia el pago del cupón Boden 2012, y el ingreso de US$ 500 millones del primer tramo de la operación con Venezuela se aplicará a cancelar esos compromisos.
Con la suscripción de Bonar X y Boden 2015 por parte del Estado venezolano, las tenencias de endeudamiento argentino ascenderán a US$ 5.200 millones, a tasas de mercado.
Los desembolsos se dividen en US$ 500 millones al firmarse el acuerdo y dos más de US$ 250 millones cada uno en el curso del año.
El secretario de Finanzas, Sergio Chodos, fue el encargado de armar, junto con los funcionarios del gobierno de Caracas, la arquitectura de la operación. No se sabe si una parte de esos bonos se tomará a cuenta del aporte argentino para la emisión del bono del Sur que impulsa Chávez, o si (como en los anteriores casos) serán colocados a terceros por Venezuela, con un spread de ganancia por su intermediación.
En cuanto a la planta de gas, la participación venezolana será mayoritaria, pero el capital accionario será abierto para empresarios argentinos que se sumen al negocio.
México
Chávez lidera un encuentro del Alba mientras Kirchner conversó en México sobre el Mercosur, al que Venezuela aún no logró ingresar.
Desde México, el presidente Néstor Kirchner “abogó” porque mejoren las relaciones entre México y Venezuela. Agregó: “No tengo ninguna duda que también el gobierno de Venezuela está absolutamente de acuerdo con la integración de México”.
Chávez propone la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba) frente al capitalismo destructor, un nuevo contrato social, económico y cultural, y fomentar e impulsar las relaciones Sur-Sur, según definieron en Caracas.
Es una alianza para contrarrestar el intento de USA de formar el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), y de ella participan Bolivia, Cuba y Nicaragua, además de Venezuela.
En cuanto a las relaciones entre México y Venezuela, vieron el peor momento en noviembre de 2005, cuando ambos países retiraron a sus embajadores tras críticas de Chávez al entonces presidente Vicente Fox, a quien llamó “cachorro del Imperio” por la defensa que había realizado del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca) que impulsa USA.
Desde entonces sólo hay encargados de negocios en las representaciones diplomáticas.
Calderón, que asumió el poder el 1º de diciembre de 2006, ha asegurado que quiere normalizar las relaciones con Venezuela.
