La Afip investiga rentistas mientras prepara algo para después de las elecciones

Las instrucciones de Kirchner son recortar el gasto preelectoral desde noviembre y que la Afip extreme los controles e inspecciones para que haya una mejora en la recaudación de impuestos y preparar el terreno para gravar por ley las rentas financier

3 agosto, 2007

En los principales estudios contables del país alertan a los clientes
de que, a partir de noviembre, se viene un cambio muy fuerte en la política
de la Afip para el control impositivo.

Ya por estos días el organismo oficial ha encarado discretas inspecciones
a contribuyentes cuyo único justificativo de ingresos son las rentas,
con el propósito de preparar el terreno para una acción más
intensa después de las elecciones, que desemboque en la sanción
de una ley que grave las rentas financieras.

El equipo que dirige Alberto Abad está persuadido, a medida que avanza
la informatización del potencial padrón de contribuyentes, que
las mayores filtraciones provienen de las transacciones de servicios, lo cual
ha ido comprobando con las inspecciones periódicas que vino ordenando
en las administradoras de propiedades y bienes raíces.

La orden del Presidente Néstor Kirchner ha sido mantener sin mayor ruido
los planes de recaudación hasta que cese el gasto electoral, y a partir
de noviembre empezar a practicar los recortes y poner mayor celo en la recaudación
para arrancar 2008 con un superávit fiscal primario del 3 %, al menos,
hasta hacerlo llegar a los 4 puntos en el primer tramo de la hipotética
gestión de su esposa.
El gasto público electoral, calculan los expertos, ha elevado 50 % el
nivel normal que traían las erogaciones.

Vedette

En el último parte de ingresos tributarios, la estratégica mediática
de comunicación fue mostrarlos como un récord, ya que significaron
casi 40 % más que en igual período del año pasado.

Ese porcentaje fue atribuido a diversos factores, como 8 % del crecimiento económico
y el incremento del comercio exterior, pero fundamentalmente resultó
ser el Iva la “vedette”, como lo definió Abad en la conferencia
de prensa que brindó para el anuncio.

El Iva juntó casi 50 % más que el año pasado, pero al ser
un porcentaje fijo de los precios que figuran en la facturación sólo
el mayor volumen de transacciones y fundamentalmente el aumento de los valores
justifican su incremento.

También es cierto que dentro del Iva se encuentran las importaciones,
que también crecieron como consecuencia de la mayor actividad económica
y de la insuficiencia de las inversiones para cubrir con producción local
la ascendente oferta del consumo interno.

En su explicación, Abad había dicho que la incidencia de la inflación
fue de 10 %.
Los analistas no creen que la diferencia entre los indicadores oficiales y el
comportamiento de la recaudación haya que explicarla nada más
que en la mayor eficiencia de Afip.

Opinan pudo haber habido algún desfasaje en los tiempos de la recaudación
y que el mayor consumo bancarizado se relaciona con la compra de bienes durables
y el uso de la tarjeta.

En los principales estudios contables del país alertan a los clientes
de que, a partir de noviembre, se viene un cambio muy fuerte en la política
de la Afip para el control impositivo.

Ya por estos días el organismo oficial ha encarado discretas inspecciones
a contribuyentes cuyo único justificativo de ingresos son las rentas,
con el propósito de preparar el terreno para una acción más
intensa después de las elecciones, que desemboque en la sanción
de una ley que grave las rentas financieras.

El equipo que dirige Alberto Abad está persuadido, a medida que avanza
la informatización del potencial padrón de contribuyentes, que
las mayores filtraciones provienen de las transacciones de servicios, lo cual
ha ido comprobando con las inspecciones periódicas que vino ordenando
en las administradoras de propiedades y bienes raíces.

La orden del Presidente Néstor Kirchner ha sido mantener sin mayor ruido
los planes de recaudación hasta que cese el gasto electoral, y a partir
de noviembre empezar a practicar los recortes y poner mayor celo en la recaudación
para arrancar 2008 con un superávit fiscal primario del 3 %, al menos,
hasta hacerlo llegar a los 4 puntos en el primer tramo de la hipotética
gestión de su esposa.
El gasto público electoral, calculan los expertos, ha elevado 50 % el
nivel normal que traían las erogaciones.

Vedette

En el último parte de ingresos tributarios, la estratégica mediática
de comunicación fue mostrarlos como un récord, ya que significaron
casi 40 % más que en igual período del año pasado.

Ese porcentaje fue atribuido a diversos factores, como 8 % del crecimiento económico
y el incremento del comercio exterior, pero fundamentalmente resultó
ser el Iva la “vedette”, como lo definió Abad en la conferencia
de prensa que brindó para el anuncio.

El Iva juntó casi 50 % más que el año pasado, pero al ser
un porcentaje fijo de los precios que figuran en la facturación sólo
el mayor volumen de transacciones y fundamentalmente el aumento de los valores
justifican su incremento.

También es cierto que dentro del Iva se encuentran las importaciones,
que también crecieron como consecuencia de la mayor actividad económica
y de la insuficiencia de las inversiones para cubrir con producción local
la ascendente oferta del consumo interno.

En su explicación, Abad había dicho que la incidencia de la inflación
fue de 10 %.
Los analistas no creen que la diferencia entre los indicadores oficiales y el
comportamiento de la recaudación haya que explicarla nada más
que en la mayor eficiencia de Afip.

Opinan pudo haber habido algún desfasaje en los tiempos de la recaudación
y que el mayor consumo bancarizado se relaciona con la compra de bienes durables
y el uso de la tarjeta.

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