<p>Tras largas negociaciones, en efecto, este fin de semana las máximas instancias de la Eurozona y la Unión Europea susbcribieron un acuerdo. Éste debiera ser base para una demorada reforma de mecanismos de vigilancia financiera.<br />
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En verdad, el compromiso fue firmado por representantes del Europarlamento, la comisión europea (veintisiete miembros de la UE) y su presidente de turno. También había observadores del Ecofin, esto es los ministros de hacienda regionales.<br />
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Según el texto, con el tiempo surgirán tres autoridades supervisoras en la UE, con jurisdicción sobre bancos, aseguradoras y franjas de riesgo sistémicos. Derivativos, por ejemplo. Este matete burocrático será a su vez vigilado por el Ecofin (se reúne el martes), el Europarlamento y el consejo ministerial de la propia Eurozona.<br />
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Todo eso, se supone, comenzará a funcionar el 3 de enero de 2011. Por supuesto, los funcionarios consultados en Bruselas aplauden el futuro esquema. A la inversa, analistas y economistas independientes se muestran poco entusiasmados. No esperam que el futuro mecanismo ponga fin al sobredeudamiento ni, menos, al desempleo en países como España, Portugal. Italia, etc.<br />
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Bruselas; acuerdo parcial sobre supervisión financiera
Sus promotores lo creen un paso importante para llegar a reformas. Los escépticos, por el contrario, lo ven como una manera de postergar medidas de fondo y no paliar la ausencia de controles. Vale decir, subsiste el mismo problema desde 2009.