Biden celebra en Bogotá pactos con FARC y andino

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El vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, brinda hoy en Bogotá con el presidente Santos por haberse acordado ayer con las FARC en La Habana el primero de los seis puntos de la agenda de negociación: el agrario.    

El funcionario estadounidense, que inició una visita oficial a Colombia, primera escala de una gira que lo llevará también a Trinidad y Tobago y a Brasil, se reúne por la mañana con el presidente Juan Manuel Santos y, según fuentes de la Casa Blanca citadas por la agencia de noticias EFE, pondrá de relieve el notable progreso en materia de seguridad hecho por Colombia y lo alentará a seguir en busca de un acuerdo de definitivo de paz.
Es que ayer, finalmente, tras seis meses de negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina, para acabar con un conflicto de 50 años, fue anunciado el primero y más difícil de los seis puntos de la agenda de negociación de paz, cuyo cumplimiento está condicionado a que se llegue a un consenso en el resto de los temas: el desarrollo rural, en el que también está incluida la asistencia técnica, subsidios, créditos, generación de ingresos, mercadeo, formación laboral, políticas alimentarias y nutricionales.
Se pretende que “el mayor número de habitantes del campo sin tierra o con tierra insuficiente, puedan acceder a ella†y anunciaron que se creará un Fondo de Tierras para la Paz y que el Gobierno titulará progresivamente todos los predios que ocupan o poseen los campesinos en Colombia.
Tras los acuerdos en el tema agrario, el proceso se centrará a partir del 11 de junio en discutir la participación política de las FARC una vez se desmovilicen. Los negociadores, de todos modos, aclararon que el acuerdo será sometido a la ratificación de los ciudadanos, por medio de un mecanismo de refrendación popular.
El vicepresidente de Estados Unidos se encuentra en Colombia compartiendo un día histórico para el país caribeño porque, después de la última negociación de paz rota en 2001, hay avances concretos sobre el fin del conflicto y el optimismo vuelve, tras semanas de preocupación por la lentitud que ha tenido. Todo esto a pesar de que las FARC insisten en que no quieren un proceso de paz exprés.
Desde 1985 no se había llegado tan lejos en los intentos por alcanzar la paz, lo que confirmaría las palabras de los jefes guerrilleros Pablo Catatumbo e Iván Márquez, de que tienen disposición para avanzar y están comprometidos en llegar al fin del conflicto. 
Otra de las satisfacciones del gobierno de Obama ha sido la reciente firma en Cali el tratado de libre comercio del Pacífico que reúne la liberación arancelaria de 90 por ciento de los bienes y servicios que circulan por el corredor andino, que componen también México y Perú.
La propuesta que seduce a los norteamericanos es que este bloque conectaría con el NAFTA el proyecto de integración abierta de América Latina en contraposición al Mercosur proteccionista que fogonean entusiastamente dos de sus socios, Argentina y Venezuela, ante la paciente espera brasileña.
Biden en persona lo auscultará el miércoles ante la propia presidenta Dilma Rousseff, cuando llegue a Brasil tras el paso por Trinidad y Tobago para reunirse un día antes con la primera ministra de ese país, Kamla Persad-Bissessar. 
En declaraciones publicadas hoy por el semanario brasileño Veja, Biden sostuvo que América latina vive un momento único y tiene en Estados Unidos un socio confiable.
Esta será la cuarta gira latinoamericana del vicepresidente, quien visitó Colombia por última vez en 2000, en pleno apogeo del Plan Colombia, acuerdo por el cual Estados Unidos financió con varios millones de dólares la guerra contra el narcotráfico en Colombia. 
    
Biden, su esposa Jill y los miembros de su comitiva habían sido recibidos a su arriba ayer en Bogotá por la canciller colombiana, María Angela Holguín, y no hicieron declaraciones. 

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