Autos en punto muerto

La dama esperó una hora. Brasil insiste en desconocer lo firmado. Uruguay añade exigencias y los automotores no engranan la primera.

3 mayo, 2000

Nueve horas de conversaciones entre Débora Giorgi -por la Argentina- y el embajador José Botafogo – por el Brasil – no pudieron superar las diferencias en torno al régimen automotor del Mercosur. Escenario: el hotel Victoria Plaza, de Montevideo.

La dama fue puntual; los caballeros de la otra parte, se permitieron dejarla esperando más de una hora. ¿Ejercicio de la “amansadora”, en el mejor estilo atribuido, tiempo ha, a nuestros políticos del “ancien régime”?

Tal vez, pero lo cierto es que el tonante Botafogo no ceja en la posición brasileña de no reconocer lo firmado hace un mes en el marco del convenio para la industria regional. “No llegamos al final de la negociación”, afirmó al reclamar que se excluyeran las carrocerías para ómnibus y camiones, maquinarias agrícolas y viales, y remolques, del acuerdo que los argentinos creían definitivo. Como que contaba con las firmas de las partes.

En todo el mundo, cuando se estampa la “millonaria” llega el fin de las palabras. ¿Y en el Mercosur?

Para el ministro de Industria del país anfitrión, Sergio Abreu, es un “Mercosur complicado” Y explicó por qué: “Hay socios que aplican restricciones arancelarias. Otros devaluaron. O dan incentivos para las inversiones”.Al que le caiga el sayo, que se lo ponga.

Uruguay ha tomado posiciones. Exige: no al arancel externo de 35%; prefiere que se lo mantenga en 20% y en 2% el aplicado a la importación de autopartes.

En fin, el tema de los autos no logra engranar la primera.

Nueve horas de conversaciones entre Débora Giorgi -por la Argentina- y el embajador José Botafogo – por el Brasil – no pudieron superar las diferencias en torno al régimen automotor del Mercosur. Escenario: el hotel Victoria Plaza, de Montevideo.

La dama fue puntual; los caballeros de la otra parte, se permitieron dejarla esperando más de una hora. ¿Ejercicio de la “amansadora”, en el mejor estilo atribuido, tiempo ha, a nuestros políticos del “ancien régime”?

Tal vez, pero lo cierto es que el tonante Botafogo no ceja en la posición brasileña de no reconocer lo firmado hace un mes en el marco del convenio para la industria regional. “No llegamos al final de la negociación”, afirmó al reclamar que se excluyeran las carrocerías para ómnibus y camiones, maquinarias agrícolas y viales, y remolques, del acuerdo que los argentinos creían definitivo. Como que contaba con las firmas de las partes.

En todo el mundo, cuando se estampa la “millonaria” llega el fin de las palabras. ¿Y en el Mercosur?

Para el ministro de Industria del país anfitrión, Sergio Abreu, es un “Mercosur complicado” Y explicó por qué: “Hay socios que aplican restricciones arancelarias. Otros devaluaron. O dan incentivos para las inversiones”.Al que le caiga el sayo, que se lo ponga.

Uruguay ha tomado posiciones. Exige: no al arancel externo de 35%; prefiere que se lo mantenga en 20% y en 2% el aplicado a la importación de autopartes.

En fin, el tema de los autos no logra engranar la primera.

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