Algunos se preguntan si la Tierra no tiembla por demás

El nuevo sismo chileno y su secuela de maremotos marcaban 8,8 en la escala Richter. Menos que el pico de 1960 (9,5) en el mismo país. Pero, desde el 7,5 de Haití, cunde la idea de que el planeta se sacude más que antes. En especial, las Américas.

28 febrero, 2010

<p>Sin encarar directamente una respuesta, cient&iacute;ficos a ambos lados del Pac&iacute;fico barruntan que, en ciertas &aacute;reas caliente, los riesgos han aumentado. As&iacute; se&ntilde;ala el caso de Hait&iacute; y su cadena de sacudidas tras el terremoto inicial en Puerto Pr&iacute;ncipe.<br />
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Pero los sismos latinoamericanos tienen una interpretaci&oacute;n social y econ&oacute;mica preocupante. Con tres puntos menos que Chile (230 muertos), la cat&aacute;strofe haitiana cost&oacute; much&iacute;simas m&aacute;s vidas (unas 150.000). En realidad, los da&ntilde;os materiales trasandinos &ndash;viviendas, edificios, carreteras, bienes diversos- resultaron muy superiores a los de la isla caribe&ntilde;a.<br />
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La explicaci&oacute;n es simple: Chile es una econom&iacute;a emergente y su larga experiencia en sismos y maremotos le ha servido para establecer redes de salvamento, emergencias m&eacute;dicas y asistencia a damnificados. Por el contrario, Hait&iacute; es uno de los pa&iacute;ses m&aacute;s pobres y subdesarrollados del planeta y el de condiciones sociales m&aacute;s duras en Latinoam&eacute;rica.<br />
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Como en el &Aacute;frica subsahariana, Asia meridional y sudoriental, la vida humana vale poco. Particularmente en Bangladesh (145 millones en 144.000 km2, el tama&ntilde;o de Mendoza) o Indonesia (Java es m&aacute;s chica y contiene 125 millones). La primera est&aacute; a merced de inundaciones monz&oacute;nicas y maremotos, la segunda combina sismos, maremotos y volcanes activos.<br />
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Sin las carencias de Hait&iacute;, empero ambos pa&iacute;ses son estructuralmente demasiado pobres para mantener sistemas de emergencias y salvamentos. Por ahora, otro centro de pobreza y violencia, el continente africano, parece exento de sacudidas terrestres. En el otro extremo de la gama, los cient&iacute;ficos japoneses en efecto sospechan que el globo pasa por una fase aguda de temblores que, como puede suceder en Chile o Argentina, no excluyen renovada actividad volc&aacute;nica.</p>
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