Finalmente, se formó la alianza Google-AmericaOnLine

Fue casi una derrota para William Gates. En pocos días, cristalizó una cuerdo entre el primer motor de búsquedas y AOL, la Cenicienta de conglomerado Time Warner. Ahora, Microsoft enfrenta un competidor más fuerte.

En realidad, fue un desaire, porque Microfot había estado meses cortejando a TW en pos de AOL, su división de Internet. Durante ese lapso, también Yahoo –segundo buscador del mundo- y el portal de subastas eBay tentaban a Time Warner. Ahora, de pronto, AOL es el mayor socio publicitario de Google.

Mientras TW inicia una transición en su propia cúpula (Richard Parsons piensa abandonar funciones), el todavía director ejecutivo sostiene que la flamante alianza era la opción adecuada para salir de problemas. Este convenio, cree, consolidará la posición de AOL en el creciente negocio de la puiblicidad en línea y atraerá anunciantes. Lo que nadie dice es qué pasará si los usuarios reaccionan contra la ola de avisos tan agresivos como no deseados.

En rigor, Time Warner quiere enterrar una historia de frustraciones. En 2000, la fusión con AOL (una de las más cuantiosas del momento) generó expectativas por demás brillantes. Pero, al cabo, fue un fracaso: los abonados abandonaban el acceso telefónico a la Red y se volcaban a los proveedores de banda ancha vía protocolos de Internet (PI). Hoy, AOL trata de ser portal clave para una gama de servicios; entre ellos, mensajería instantánea, clasificados, búsquedas rentadas y entretenimiento vía multimedios. Por eso, el interés de Gates.

En realidad, fue un desaire, porque Microfot había estado meses cortejando a TW en pos de AOL, su división de Internet. Durante ese lapso, también Yahoo –segundo buscador del mundo- y el portal de subastas eBay tentaban a Time Warner. Ahora, de pronto, AOL es el mayor socio publicitario de Google.

Mientras TW inicia una transición en su propia cúpula (Richard Parsons piensa abandonar funciones), el todavía director ejecutivo sostiene que la flamante alianza era la opción adecuada para salir de problemas. Este convenio, cree, consolidará la posición de AOL en el creciente negocio de la puiblicidad en línea y atraerá anunciantes. Lo que nadie dice es qué pasará si los usuarios reaccionan contra la ola de avisos tan agresivos como no deseados.

En rigor, Time Warner quiere enterrar una historia de frustraciones. En 2000, la fusión con AOL (una de las más cuantiosas del momento) generó expectativas por demás brillantes. Pero, al cabo, fue un fracaso: los abonados abandonaban el acceso telefónico a la Red y se volcaban a los proveedores de banda ancha vía protocolos de Internet (PI). Hoy, AOL trata de ser portal clave para una gama de servicios; entre ellos, mensajería instantánea, clasificados, búsquedas rentadas y entretenimiento vía multimedios. Por eso, el interés de Gates.

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