La sentencia se dictó en el juzgado de Denver y falta fijar penas. A los fiscales les llevó tres años armar la causa contra la reticente y mendaz ex estrella del mundillo tecnológico. Se precisó la cooperación de ex ejecutivos y empleados, otrora bajo el mando del mediático Nacchio. Entre ellos, uno clave; el ex director financiero de Qwest.
Si bien se da por hecho que el condenado apelará, hasta el miércolos su abogado, John Richilano (otro miembro de la influyente colectividad italiana en Estados Unidos), no quería hablar del asunto. Colegas suyos dicen que está impresionado, pues no esperaba un concurso de 42 cargos.
Con sede en Denver, Qwest llegó a ser la cuarta compañía de su tipo en el país. A poco de estallar el escándalo en 2002, la firma debió descargar US$ 2.000 millones en ingresos mal asentados durante el bienio 2000-1. Nacchio, que había sido nombrado CEO en 1997, fue despedido al trascender sus irregularidades contables. Pertinaz, siguió negando todo, inclusive en un testimonio ante el senado.
Otros seis ex ejecutivos han sido acusados de fraude contable. Entre ellos, Robin Szeliga (ex director financiero), principal testigo contra Nacchio.
La sentencia se dictó en el juzgado de Denver y falta fijar penas. A los fiscales les llevó tres años armar la causa contra la reticente y mendaz ex estrella del mundillo tecnológico. Se precisó la cooperación de ex ejecutivos y empleados, otrora bajo el mando del mediático Nacchio. Entre ellos, uno clave; el ex director financiero de Qwest.
Si bien se da por hecho que el condenado apelará, hasta el miércolos su abogado, John Richilano (otro miembro de la influyente colectividad italiana en Estados Unidos), no quería hablar del asunto. Colegas suyos dicen que está impresionado, pues no esperaba un concurso de 42 cargos.
Con sede en Denver, Qwest llegó a ser la cuarta compañía de su tipo en el país. A poco de estallar el escándalo en 2002, la firma debió descargar US$ 2.000 millones en ingresos mal asentados durante el bienio 2000-1. Nacchio, que había sido nombrado CEO en 1997, fue despedido al trascender sus irregularidades contables. Pertinaz, siguió negando todo, inclusive en un testimonio ante el senado.
Otros seis ex ejecutivos han sido acusados de fraude contable. Entre ellos, Robin Szeliga (ex director financiero), principal testigo contra Nacchio.