En realidad, la UAW se limitó a aclarar que aún estaba lejos de llegar a arreglo sobre el tema con GM y Deplhi (autopartista, ex subsidiaria de la primera). Pero, hace dos días, la segunda automotriz del mundo anunció que pondría en marcha un plan que, en rigor de verdad, aún no habían aprobado los sindicalistas.
“Imposible que GM aplique un programa sobre el cual no hay acuerdo ni parece a punto de haberlo”, señaló UAW en una declaración subida a su página web. “Las partes no estamos en absoluto próximas a un entendimiento. Quedan muchas, muchísimas cosas que resolver y esa situación no ha cambiado casi mada desde las últimas reuniones paritarias”.
Estas novedades recortaron a menos de la mitad el alza especulativa de 10% registrada por las acciones GM los tres primeros días de la semana en Wall Street. La compañía había dicho que estaba cerca de un convenio para reducir drásticamente costos de los planes jubilatorios, transfiriéndolos en gran parte a los propios aportantes. Hasta el miércoles, llamaba la atención que agencias y medios especializados diesen por hecho el apoyo gremial a esa reforma.
El “Wall Street Journal” y Bloomberg’s, por ejemplo, informaban que GM, Delphi y UAW estaban a punto de llegar a un acuerdo que ayudaría a la primera a reducir personal agremiado, bajar los salarios del resto y presionar a los más viejos para que se retirasen voluntariamente. Ahora, el sindicato formula una desmentida, no sin crear expectativas de un paro en GM y Delphi.
“Hasta hace poco, eran discusiones constructivas, aunque no se hubiese llegado a decisiones”, añade la declaración. “Pero los equívocos anuncios de estos días y el comportamiento de varios ejecutivos han creado peligrosas incertidumbres. Por otra parte, la lucha interna entre Richard Wagoner y Kirk Kerkorian puede haber llevado a ese paso en falso”, presumía un senador bien conectato en Detroit”.
En realidad, la UAW se limitó a aclarar que aún estaba lejos de llegar a arreglo sobre el tema con GM y Deplhi (autopartista, ex subsidiaria de la primera). Pero, hace dos días, la segunda automotriz del mundo anunció que pondría en marcha un plan que, en rigor de verdad, aún no habían aprobado los sindicalistas.
“Imposible que GM aplique un programa sobre el cual no hay acuerdo ni parece a punto de haberlo”, señaló UAW en una declaración subida a su página web. “Las partes no estamos en absoluto próximas a un entendimiento. Quedan muchas, muchísimas cosas que resolver y esa situación no ha cambiado casi mada desde las últimas reuniones paritarias”.
Estas novedades recortaron a menos de la mitad el alza especulativa de 10% registrada por las acciones GM los tres primeros días de la semana en Wall Street. La compañía había dicho que estaba cerca de un convenio para reducir drásticamente costos de los planes jubilatorios, transfiriéndolos en gran parte a los propios aportantes. Hasta el miércoles, llamaba la atención que agencias y medios especializados diesen por hecho el apoyo gremial a esa reforma.
El “Wall Street Journal” y Bloomberg’s, por ejemplo, informaban que GM, Delphi y UAW estaban a punto de llegar a un acuerdo que ayudaría a la primera a reducir personal agremiado, bajar los salarios del resto y presionar a los más viejos para que se retirasen voluntariamente. Ahora, el sindicato formula una desmentida, no sin crear expectativas de un paro en GM y Delphi.
“Hasta hace poco, eran discusiones constructivas, aunque no se hubiese llegado a decisiones”, añade la declaración. “Pero los equívocos anuncios de estos días y el comportamiento de varios ejecutivos han creado peligrosas incertidumbres. Por otra parte, la lucha interna entre Richard Wagoner y Kirk Kerkorian puede haber llevado a ese paso en falso”, presumía un senador bien conectato en Detroit”.