El panorama tras las primarias en Carolina norte e Indiana, faltando apenas seis (una el martes próximo, el resto el 3 de junio), no favorece a Hillary Rodham Clinton. Salvo una sorpresa en el comité de reglas del partido Demócrata.
En efecto, el viernes 30 se reúne ese cuerpo para decidir sobre las internas de Florida y Michigan, anulada provisionalmente por un litigio respecto de fechas. Esta situación justifica, hasta cierto punto, las críticas al anacrónico sistema de primarias: al fin y al cabo, esos estados sólo adelantaron las internas.
Si el comité resuelve declarar válidos ambos resultados, se achicará la brecha favorable a Barack Obama. Pero no desaparecerá totalmente. Al presente, el senador por Illinois cuenta con 1.840 delegados, contra 1.688 de su rival. Aunque ganara las seis internas pendientes, Hillary no alcanzaría el piso de 2.025 votos para imponerse en la convención del 30 y el 31 de agosto. “¿Volvemos a 1968?”, inquiría en internet Howard Dean (presidente del partido), aludiendo a aquella “impasse” que le entregó el triunfo al republicano Richard Nixon.
Por lo menos tres encuestadores -uno es John Zogby- creen que la precandidata finalmente se bajará entre este fin de semana y el miércoles. Por su parte, Lorenzo Sabato (universidad de Virginia) afirma que ”Obama es ya virtual candidato”. En tanto, Richard Morris (ex estratega de William J.Clinton) señala en el “New York times” que “se acabó Hillary”.
Otros periódicos son casi tan duros. Según el “Chicago tribune”, esto se parece a “una pelea entre boxeadores ya sin fuerzas, con Hillay màs ‘groggy’ que Obama”. A su vez, el “Washington post”, la senados ya no tiene margen de maniobra y su campaña parece menos viable”. En un giro político inesperado, el “Wall Street journal” estima que el senador mulato “obtuvo un holgado triunfo en Carolina norte y su rival apenas logró una pequeña diferencia en Indiana”. Pero queda otra incógnita: 270 “superdelegados” no definidos; o sea, otra distorsión del abstruso mecanismo demócrata (inventada en… 1968).
El panorama tras las primarias en Carolina norte e Indiana, faltando apenas seis (una el martes próximo, el resto el 3 de junio), no favorece a Hillary Rodham Clinton. Salvo una sorpresa en el comité de reglas del partido Demócrata.
En efecto, el viernes 30 se reúne ese cuerpo para decidir sobre las internas de Florida y Michigan, anulada provisionalmente por un litigio respecto de fechas. Esta situación justifica, hasta cierto punto, las críticas al anacrónico sistema de primarias: al fin y al cabo, esos estados sólo adelantaron las internas.
Si el comité resuelve declarar válidos ambos resultados, se achicará la brecha favorable a Barack Obama. Pero no desaparecerá totalmente. Al presente, el senador por Illinois cuenta con 1.840 delegados, contra 1.688 de su rival. Aunque ganara las seis internas pendientes, Hillary no alcanzaría el piso de 2.025 votos para imponerse en la convención del 30 y el 31 de agosto. “¿Volvemos a 1968?”, inquiría en internet Howard Dean (presidente del partido), aludiendo a aquella “impasse” que le entregó el triunfo al republicano Richard Nixon.
Por lo menos tres encuestadores -uno es John Zogby- creen que la precandidata finalmente se bajará entre este fin de semana y el miércoles. Por su parte, Lorenzo Sabato (universidad de Virginia) afirma que ”Obama es ya virtual candidato”. En tanto, Richard Morris (ex estratega de William J.Clinton) señala en el “New York times” que “se acabó Hillary”.
Otros periódicos son casi tan duros. Según el “Chicago tribune”, esto se parece a “una pelea entre boxeadores ya sin fuerzas, con Hillay màs ‘groggy’ que Obama”. A su vez, el “Washington post”, la senados ya no tiene margen de maniobra y su campaña parece menos viable”. En un giro político inesperado, el “Wall Street journal” estima que el senador mulato “obtuvo un holgado triunfo en Carolina norte y su rival apenas logró una pequeña diferencia en Indiana”. Pero queda otra incógnita: 270 “superdelegados” no definidos; o sea, otra distorsión del abstruso mecanismo demócrata (inventada en… 1968).
