El proceso hacia la customización ha ido en aumento en los últimos años. Los 10 casos que se mencionan a continuación son sólo una muestra.
1. Customización masiva: de la empresa al consumidor
La customización aprovecha las tecnologías actuales, la Internet, la maquinaria computarizada, la fabricación continua, la inteligencia artificial, la animación 3D, y las combina con la forma antigua de encarar el tema de la productividad.
Trata de generar productos, casi de a uno, pero tan rápida y económicamente como lleva producir productos y servicios del tipo un solo tamaño para todo el mundo.
La customización masiva ahorra dinero al reducir los riesgos de acumular inventario.
Eso es fundamental en la industria de las computadoras, donde la rápida obsolescencia reduce la vida útil de una máquina a períodos ridículos.
Las empresas fabricantes ya saben que sus ganancias aumentan cuando evitan el intermediario y venden directamente a los clientes sobre la base de sus especificaciones.
Con la customización masiva, el cliente aumenta su percepción del valor y el fabricante puede ganar más. Por ejemplo:
Los jeans personales de Levi’s: el cliente entra a la tienda, le toman la medida de cadera y largo de pierna, y un par de semanas más tarde recibe en su casa un par de pantalones que le calzan como un guante.
Levi’s realiza cada par en la misma línea de ensamblado, que trabaja con 400 medidas de caderas y 25 largos de piernas y un sistema de configuración digital para encontrar la mejor combinación.
El par personal no tiene más costo de fabricación, pero los clientes pagan con gusto un poco más.
2. Customización masiva: de la empresa a la empresa
Dell Computer ofrece características de individualización para sus clientes institucionales.
Por ejemplo, programar la PC para que el logo de la compañía aparezca al encender la máquina.
Esto demuestra que las grandes empresas están customizando productos y servicios para sus clientes comerciales.
Lo que se desconoce todavía es si las pequeñas empresas, con la tecnología adecuada, podrán hacer lo mismo.
Ross Controls (de Troy, Michigan) customiza válvulas neumáticas en 24 horas.
Averigua las necesidades y requerimientos de los clientes, luego usa un sistema 3D CAD/CAM para hacer un prototipo.
Ahorra dinero –tal vez la mitad de lo que cuesta comprar piezas estándar individuales– y le transmite al cliente un sentido de propiedad. Es su producto, no el de cualquier otra persona.
El proceso hacia la customización ha ido en aumento en los últimos años. Los 10 casos que se mencionan a continuación son sólo una muestra.
1. Customización masiva: de la empresa al consumidor
La customización aprovecha las tecnologías actuales, la Internet, la maquinaria computarizada, la fabricación continua, la inteligencia artificial, la animación 3D, y las combina con la forma antigua de encarar el tema de la productividad.
Trata de generar productos, casi de a uno, pero tan rápida y económicamente como lleva producir productos y servicios del tipo un solo tamaño para todo el mundo.
La customización masiva ahorra dinero al reducir los riesgos de acumular inventario.
Eso es fundamental en la industria de las computadoras, donde la rápida obsolescencia reduce la vida útil de una máquina a períodos ridículos.
Las empresas fabricantes ya saben que sus ganancias aumentan cuando evitan el intermediario y venden directamente a los clientes sobre la base de sus especificaciones.
Con la customización masiva, el cliente aumenta su percepción del valor y el fabricante puede ganar más. Por ejemplo:
Los jeans personales de Levi’s: el cliente entra a la tienda, le toman la medida de cadera y largo de pierna, y un par de semanas más tarde recibe en su casa un par de pantalones que le calzan como un guante.
Levi’s realiza cada par en la misma línea de ensamblado, que trabaja con 400 medidas de caderas y 25 largos de piernas y un sistema de configuración digital para encontrar la mejor combinación.
El par personal no tiene más costo de fabricación, pero los clientes pagan con gusto un poco más.
2. Customización masiva: de la empresa a la empresa
Dell Computer ofrece características de individualización para sus clientes institucionales.
Por ejemplo, programar la PC para que el logo de la compañía aparezca al encender la máquina.
Esto demuestra que las grandes empresas están customizando productos y servicios para sus clientes comerciales.
Lo que se desconoce todavía es si las pequeñas empresas, con la tecnología adecuada, podrán hacer lo mismo.
Ross Controls (de Troy, Michigan) customiza válvulas neumáticas en 24 horas.
Averigua las necesidades y requerimientos de los clientes, luego usa un sistema 3D CAD/CAM para hacer un prototipo.
Ahorra dinero –tal vez la mitad de lo que cuesta comprar piezas estándar individuales– y le transmite al cliente un sentido de propiedad. Es su producto, no el de cualquier otra persona.