<p>Con el dólar a $ 3,05 y los costos en pesos lanzados a más de 20 % real, las fábricas sólo sostenían la tasa de ganancia, aunque bastante menor a la que recibió al gobierno de Néstor Kirchner, en 2003.</p>
<p>Las PyME, sin acceso al crédito y con exiguo capital de trabajo, lograron situarse como artífices del nuevo funcionamiento de la economía estimulado por una demanda que activó las máquinas y permitió hacer las inversiones necesarias para acomodarse al rebote productivo que siguió a la devaluación del 2002.</p>
<p>Según un informe preparado por Prefinex, desde diciembre del 2001 hasta julio de 2008 la producción industrial mejoró 50 %, con una rentabilidad que fue declinando desde el inicio del proceso inflacionario que alcanzó un importante volumen en estos días, ubicado en la segunda mitad de 2005, cuando los precios comenzaron el ciclo ascendente.</p>
<p>El mes pasado, las industrias, según el indicador elaborado por los economistas Nicolás Bridger y Osvaldo Cado, sólo ganaron un punto más que a fines del 2001, cuando aún estaba vigente la convertibilidad. O sea que estarían prácticamente igual que entonces, aunque con una actividad de planta y ocupación muy superiores.</p>
<p>La espiral de ajuste de precios en función del aumento de los costos, sobre todo de las materias primas, afectó la cadena de valor y trasladó a todos los eslabones la incidencia del incremento excepcional que tuvieron la energía y los alimentos en el mundo.</p>
<p>Los empresarios resignaron tasa de ganancia, pero su reacción fue adoptar una política ultraconservadora en inversiones, cuyo déficit se hace sentir en la competitividad-rentabilidad, que había de la industria, principalmente en la orientada a la exportación y sustitución de importaciones, en detrimento de los servicios y la intermediación, según Prefinex.</p>
<p>Tomando como base la relación precio-costo de la industria en diciembre de 2001, la consultora sitúa la máxima rentabilidad en diciembre de 2003, cuando supera 32% la observada dos años antes. A partir de allí, comienza un gradual y razonable proceso de ajuste en función de: <br />
</p>
<p> *La recuperación de los salarios;<br />
* Mayor competencia local y externa</p>
<p>“Dicho proceso de ajuste gradual se extiende hasta mayo de 2005, no causalmente el mismo año que empieza a tomar relevancia la cuestión inflacionaria. De allí en más, el deterioro de la rentabilidad se profundiza alcanzando en julio de 2008 el nivel de 101 (1% por encima de la registrada en diciembre de 2001)”, señala el trabajo.</p>
<p>Aclara sin embargo que esta dinámica estuvo acompañada por el crecimiento lineal de la producción, que se encuentra 50% por encima de la registrada en diciembre de 2001. “Esto explica cómo, a pesar de la fuerte erosión de la rentabilidad, la industria sigue teniendo ganancias”, acota.</p>
<p>Como elementos adicionales, el informe de Prefinex destaca: <br />
</p>
<p> * Mientras el proceso de deterioro de rentabilidad continúa, en los últimos meses se registró una desaceleración en la evolución de las cantidades producidas. Consecuentemente, los resultados de la industria comienzan a mostrarse más endebles con un impacto negativo en la inversión:<br />
* La inversión depende no tanto del valor absoluto de los beneficios como sí de la rentabilidad unitaria, principalmente en los casos de proyectos medianos y chicos, que son los mayores creadores de empleo. La tendencia actual, sumada a una mayor incertidumbre macroeconómica, impactará en forma negativa en la inversión de los próximos meses.<br />
* La composición de la industria es heterogénea, y conviven en ella empresas grandes y competitivas juntamente con pequeñas y vulnerables. La actividad de la pequeña y mediana empresa viene registrando caídas ya desde 2007, complicadas por un acceso restringido al crédito, el empeoramiento de las condiciones financieras y una coyuntura económica menos favorable, lo cual tiene consecuencias sobre la creación de empleo y una cada vez mayor informalidad.</p>
<p><strong>Desaceleración</strong></p> <p>La economista María Elina Gigaglia, del IAE Business School, reporta que la economía se encuentra en una desaceleración gradual y los indicadores, por el lado de la oferta, evidencian significativas caídas mensuales.</p> <p>Aunque diferencia ese comportamiento del que tuvieron los índices que reflejan la demanda: supermercados, centros de compras y consumo de servicios públicos registraron aumentos, según las estadísticas oficiales.</p> <p>Señala al conflicto del campo, que se extendió por más de cuatro meses, la desconfianza en el gobierno por la inflación y un nuevo panorama internacional menos favorable que años anteriores como las principales causas de esta evidente desaceleración económica.</p> <p>De ese modo, la estimación del PIB real para 2008 a la que arriba es de 7,1%.</p> <p>La caída mensual en junio, según destaca, ascendió a 4,0% desestacionalizado y sólo se incrementó 1,8% respecto al mismo mes de 2007. Por su parte, el incremento semestral interanual fue de 6,1%.</p> <p>Si se desagrega el comportamiento mensual por los distintos rubros surge que todos los sectores sufrieron pérdidas de volumen de producción respecto de mayo del corriente año.</p> <p>La industria de alimentos es la que más se contrajo, con un 14,5% (dentro de este rubro, la molienda de cereales y oleaginosas cayó más de 30% mensual). En orden de importancia siguieron la producción de minerales no metálicos y la fabricación de automotores.</p> <p>Por otro lado, la actividad de la construcción se redujo 8,8% desestacionalizado respecto de mayo (mes que asimismo había caído respecto de abril 1,4%). La variación interanual fue negativa en 6,6% (la primera variación negativa interanual desde los comienzos del auge del sector en 2003).</p> <p>Por otro lado, los primeros seis meses del año corriente respecto de igual período del año anterior mostraron una suba de 8,8% (hasta mayo, la construcción estaba creciendo anualmente a dos dígitos).</p> <p>Uno de los datos que más se utiliza para pronosticar la evolución de la construcción en un futuro próximo son los permisos de edificación. Al observar las cifras para junio, el panorama no es alentador. Los permisos cayeron 25,5% respecto a mayo y 12,0% interanual.</p> <p>El consumo global de los servicios públicos (ISSP) registró en junio mayo una suba interanual de 9,2% y un incremento de 1,7% mensual.</p> <p>A su vez, el acumulado de enero-junio asciende a 15,5%. En cuanto a los centros de compras y supermercados, la evolución interanual de las ventas a precios constantes fue de 26,2% (2,4% suba mensual) y 29,4% (0,9% suba mensual), respectivamente.</p>