<p>¿Otro golpe al mito de calidad total, kaizen?¿o simple desliz de nerds desorientados? Por de pronto, la empresa pidió no usar las máquinas de juegos afectadas por el “error 8001050F” desde Australia a Francia o desde Japón a Estados Unidos, Brasil, Sudáfrica, etc.<br />
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Fue una sorpresa mundial: nadie podía ingresar vía Internet a la red PlayStation 3, que contiene torneos de videojuegos en línea. Pero tampoco era posible entrar a innumerables títulos fuera de red. Había un solo consuelo: se trata simplemente de juegos que no afectan la economía de ningún país, aunque sí a adictos al entretenimiento, en su mayoría jóvenes u adolescentes.<br />
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Sea como fuere, este apagón deja muy malparada a Sony, responsable del error que alcanzó una “masa crítica” de PS3, aunque no al modelo liviano. No importa que se tratase de un “mínimo defecto de programación al fijar la nueva hora”. Al parecer, alguien tecleó una fecha imposible (29 de febrero, pero 2010 no es año bisiesto). Esa acción puso al reloj PS3 en conflicto con el de Internet misma.<br />
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La crisis no acaba ahí: durante horas, el lunes, Sony ignoró un incidente de efecto global. En rigor el martes por la tarde (huso japonés) todavía no se habían dado explicaciones a los usuarios ni se ofrecían soluciones. Alrededor de mediodía la compañía colgó un mensaje bastante pesimista: “creemos que el problema deriva de un error en el reloj y esperamos resolverlo en 24 horas”. O sea, recién el miércoles.<br />
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La consola PS3 ingresó al mercado en agosto de 2008 en versión de ochenta gigavatios. Se comanda vía Bluetooth, pero con una joypad diferente. La CPU, Celi, es 35 veces más veloz que la PS2 y dos veces más que la xBox 360 de Microsoft. Pero no parece inmune a errores humanos. <br />
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PlayStation 3: otro papelón que sufre la calidad japonesa
Millares de consolas Sony de primera generación se bloquearon por un tonto error en la fecha. En vez de pasar del 28 de febrero al 1º de marzo volvieron al 1º de enero de 2000: un episodio Y2K, pero al revés. Toyota y Honda ya no están solas.