domingo, 22 de diciembre de 2024

Futuro de la industria farmacéutica

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En todo el mundo, la actividad de las farmoquímicas –una poderosa máquina generadora de ventas e ingresos– está encontrando límites. Productos maduros cuyas patentes expiran, fuerte competencia de productos genéricos, inquietud de los consumidores en torno a seguridad y, en algunos mercados, fuertes reclamos por prácticas de marketing que se consideran inadecuadas.

<p>Entre este a&ntilde;o y 2015, el mercado farmac&eacute;utico en pa&iacute;ses emergentes ir&aacute; expandi&eacute;ndose de 14 a 17%, comparado con 3 a 6% en las econom&iacute;as centrales. As&iacute; lo se&ntilde;ala un reciente informe de la consultora IMS Health. En principio, los productos para enfermedades cr&oacute;nicas y para mejorar la calidad de vida son los de mayor penetraci&oacute;n de mercado.<br />
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Se avecina un cambio radical en el modelo de negocios: investigaci&oacute;n y desarrollo estuvieron siempre al tope de la actividad farmac&eacute;utica. En los pr&oacute;ximos cuatro a&ntilde;os expiran productos patentados que representan US$ 130.000 millones. Se estima que introducir una nueva droga importante tiene un costo de US$ 800 millones. El viejo modelo de negocios est&aacute; obligado a cambiar. Seg&uacute;n los analistas de la industria, ciertos cambios de modelos de negocios y las exigencias financieras para desarrollar drogas innovadoras presionan a las empresas, lo que las lleva a pactar con otras multinacionales, formar alianzas estrat&eacute;gicas o exponerse a adquisiciones.<br />
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La competencia de los gen&eacute;ricos es la que aporta mayor crecimiento en este momento a las ventas totales del sector. Cada vez que una patente expira, aparecen versiones gen&eacute;ricas del mismo producto. &iquest;Los fabricantes de gen&eacute;ricos, que antes eran los enemigos, son ahora los mejores socios o aliados de los grandes nombres del sector? Pero tambi&eacute;n est&aacute; la biotecnolog&iacute;a, que concentra inversiones importantes. En 2009, US$ 55.000 millones, 86% m&aacute;s que en 2008.<br />
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La predicci&oacute;n es que las grandes firmas farmac&eacute;uticas, como tendencia, recortar&aacute;n sus importantes gastos en marketing e invertir&aacute;n en peque&ntilde;as y nuevas firmas centradas en investigaci&oacute;n. Lo cual supondr&aacute; un nuevo modelo de <em>management</em> dif&iacute;cil de implementar.<br />
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Las dificultades en desarrollar nuevas drogas, la fuerte competencia de los productos gen&eacute;ricos y la creciente intervenci&oacute;n de los Gobiernos en la compra y fijaci&oacute;n de precios de los remedios son todos elementos que complican el escenario de la industria. &iquest;C&oacute;mo evolucionar&aacute;n estos factores en los pr&oacute;ximos cinco a&ntilde;os?<br />
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En Estados Unidos, las autoridades est&aacute;n imponiendo restricciones a los mecanismos con los cuales los laboratorios farmac&eacute;uticos interact&uacute;an con los m&eacute;dicos, especialmente en lo referido a regalos y est&iacute;mulos.</p>
<p><strong>En el plano local</strong><br />
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En la Argentina, la actividad registra una facturaci&oacute;n superior a $15.000 millones anuales y sigue en ascenso. Presenta un alza interanual de 22% en valor y 6% en unidades, con un pico de los medicamentos de venta libre. Se proyectan crecimientos similares para los pr&oacute;ximos cuatro a&ntilde;os.<br />
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El pa&iacute;s exhibe una actividad farmoqu&iacute;mica bien desarrollada que representaba en 2009, 16% del producto bruto interno (PBI) industrial. El perfil de los pacientes argentinos se &ldquo;occidentaliza&rdquo; cada vez m&aacute;s: la poblaci&oacute;n envejece, usa m&aacute;s drogas de vanguardia tecnol&oacute;gica y demanda servicios de creciente complejidad.<br />
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Se advierte inter&eacute;s por invertir y ganar presencia local por parte de empresas farmac&eacute;uticas multinacionales, vinculado a oportunidades de expansi&oacute;n de largo aliento. (Se ha comentado que fabricantes indios y japoneses de f&aacute;rmacos proyectan invertir en la Argentina mediante una mezcla de adquisiciones o fabricaci&oacute;n directa.).<br />
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En el largo plazo, el alza de ingresos personales y la mayor cobertura de seguro m&eacute;dico, &iquest;impulsar&aacute;n el consumo de medicamentos m&aacute;s innovadores y de m&aacute;s alto precio? &iquest;Es posible que el gasto p&uacute;blico permanezca constre&ntilde;ido en t&eacute;rminos absolutos, y centrado en productos de menor precio?</p>
<p><strong>Radiograf&iacute;a de la industria farmac&eacute;utica</strong><br />
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Los grandes laboratorios farmac&eacute;uticos, en Estados Unidos, est&aacute;n a las puertas de una nueva era. A corto plazo se van a beneficiar con la reforma sanitaria del presidente Obama, pues el sistema incorporar&aacute; a muchas m&aacute;s personas y los precios de los medicamentos mantendr&aacute;n su protecci&oacute;n. Pero a largo plazo, a&uacute;n no han resuelto el grave problema central de la carencia de productos novedosos.<br />
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Tienen, en realidad, varios problemas a resolver: falta de novedades, feroz competencia de fabricantes de gen&eacute;ricos, un p&uacute;blico preocupado por la seguridad de los productos y frecuentes falsedades en las promesas de marketing.<br />
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En suma, el viejo modelo est&aacute; acabado pero a&uacute;n no se sabe c&oacute;mo va a ser el nuevo. Por lo pronto, seg&uacute;n IMS Health, la firma especializada en pron&oacute;sticos para este negocio, el crecimiento de este a&ntilde;o oscilar&aacute; entre 4 y 6%, los niveles m&aacute;s bajos de la d&eacute;cada.<br />
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Cuando el actual Gobierno iniciaba en Washington las negociaciones por la reforma del sistema de salud, la industria farmac&eacute;utica le prometi&oacute; que aportar&iacute;a US$ 80.000 millones para ayudar a financiar la reforma. A cambio, Washington mantendr&iacute;a intacta la estructura b&aacute;sica de precios de la industria. En opini&oacute;n de los especialistas, la expansi&oacute;n de la cobertura a m&aacute;s de 40 millones de personas dar&iacute;a al negocio farmac&eacute;utico una enorme base de clientes y el consiguiente crecimiento de los ingresos se convertir&iacute;a en ganancias puras, porque el costo de crear una medicaci&oacute;n no est&aacute; en la producci&oacute;n de la pastilla misma sino en la investigaci&oacute;n que conduce al descubrimiento de un nuevo tratamiento.<br />
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Hacia adelante, la introducci&oacute;n de nuevos productos estar&aacute; mucho m&aacute;s vigilada, sea a trav&eacute;s de Medicare o de alguna otra forma de seguro p&uacute;blico, que estudiar&aacute;n los costos con mucho inter&eacute;s. Con la reforma en funcionamiento, los laboratorios ser&aacute;n los primeros candidatos a la regulaci&oacute;n.</p>
<p><strong>Control del marketing</strong><br />
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Adem&aacute;s de la participaci&oacute;n del Gobierno en los temas precios y ventas, la industria est&aacute; siendo muy vigilada en sus pr&aacute;cticas de marketing. Este a&ntilde;o, a Pfizer le impusieron una multa de US$ 1.200 millones por un juicio en el cual se la acus&oacute; de violar las regulaciones de marketing al presentar su analg&eacute;sico Bextra (ya retirado del mercado) como eficaz para usos todav&iacute;a no aprobados por la <em>Food and Drug Administration.<br />
</em><br />
Adem&aacute;s, todos los estados est&aacute;n incorporando restricciones a la forma en que los anunciantes pueden interactuar con los m&eacute;dicos, y ponen l&iacute;mites al valor en dinero de las muestras gratis que dejan o de otras sutiles formas de inducirlos a recetar un producto de tal o cual laboratorio.<br />
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Algunos estados est&aacute;n elaborando programas que llaman de &ldquo;detalles acad&eacute;micos&rdquo; en los cuales educadores &ndash;o sea personas sin intereses financieros en ninguna marca&ndash; se reunir&iacute;an con los m&eacute;dicos para mantenerlos actualizados sobre los nuevos tratamientos. David Grande, acad&eacute;mico del Instituto Leonard Davis de Econom&iacute;a de la Salud en la Universidad de Pennsylvania, asegura que &ldquo;en la &uacute;ltima d&eacute;cada hemos visto muchos casos de m&eacute;dicos que recomendaban marcas de f&aacute;rmacos que luego tuvieron que ser retirados del mercado. Debido por un lado al alto costo de los medicamentos, y a la presi&oacute;n por bajarlos por el otro, los legisladores est&aacute;n mucho m&aacute;s conscientes de esta pr&aacute;ctica y m&aacute;s dedicados a limitarla&rdquo;.<br />
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Si bien el marketing orientado a los m&eacute;dicos sigue siendo tan importante que empeque&ntilde;ece el alcance de los laboratorios a los consumidores, a&ntilde;ade Grande, la explosi&oacute;n de la publicidad llamada <em>directo-al-consumidor</em> (DAC) desde los a&ntilde;os 90 signific&oacute; mucha m&aacute;s atenci&oacute;n dirigida al marketing de medicamentos. <br />
Seg&uacute;n Guy David, otro catedr&aacute;tico del panel, introduciendo algunos cambios en las pr&aacute;cticas de marketing se podr&iacute;a resta&ntilde;ar la reacci&oacute;n adversa que se est&aacute; produciendo en el p&uacute;blico sobre la seguridad de las drogas. Advierte que la industria gasta ahora US$ 5.000 millones en publicidad dirigida directamente a los consumidores, una t&aacute;ctica que erosiona el tradicional papel de los m&eacute;dicos como guardianes del recetado.<br />
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En otro frente, el negocio soporta la continuada presi&oacute;n de las drogas gen&eacute;ricas, m&aacute;s baratas, que pueden entrar al mercado una vez que un producto de marca pierde, luego de 20 a&ntilde;os, la protecci&oacute;n de su patente.<br />
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Seg&uacute;n el informe de IMS, la competencia de los gen&eacute;ricos ser&aacute; la causa principal de la reducci&oacute;n del crecimiento farmac&eacute;utico global de aqu&iacute; a 2013. En los pr&oacute;ximos cinco a&ntilde;os, drogas que hoy generan US$ 137.000 millones, sufrir&aacute;n la competencia de gen&eacute;ricos.<br />
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John Kimberly, profesor de <em>management</em> en Wharton, advierte que los fabricantes de drogas gen&eacute;ricas est&aacute;n aumentando cada vez m&aacute;s su capacidad para producir versiones gen&eacute;ricas de una medicaci&oacute;n en cuanto &eacute;sta pierde la protecci&oacute;n de su patente. Las grandes empresas farmac&eacute;uticas, que hasta ahora miraban a los productores de gen&eacute;ricos como enemigos ac&eacute;rrimos, comienzan a preguntarse si no ser&iacute;a una buena estrategia para ellas entrar tambi&eacute;n al mercado de gen&eacute;ricos.<br />
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De hecho, en respuesta a la menor productividad de la investigaci&oacute;n, muchas grandes firmas han comprado, o se han asociado con, peque&ntilde;as e innovadoras compa&ntilde;&iacute;as de biotecnolog&iacute;a para fabricar productos con base biol&oacute;gica. Por ahora, esos productos no tienen competencia gen&eacute;rica porque no hay forma de demostrar que son equivalentes al producto original, como ocurre con los productos con base qu&iacute;mica. La FDA est&aacute; estudiando la creaci&oacute;n de est&aacute;ndares de bio-equivalencia que podr&iacute;an terminar en competencia gen&eacute;rica tambi&eacute;n en esta categor&iacute;a de productos.</p>
<p><strong>Nuevas ideas, nuevas tendencias</strong><br />
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Pero est&aacute;n apareciendo en la industria algunas ideas nuevas que podr&iacute;an convertirse en la base para un cambio fundamental. Una de ellas es que las empresas farmac&eacute;uticas est&aacute;n comprando o asoci&aacute;ndose con empresas de biotecnolog&iacute;a que hacen productos de alta elaboraci&oacute;n. Los medicamentos biotecnol&oacute;gicos, que deben ser administrados en el consultorio del m&eacute;dico, suelen ser m&aacute;s caros y mucho m&aacute;s orientados a pacientes que los tradicionales productos qu&iacute;micos. <br />
Las compa&ntilde;&iacute;as de biotecnolog&iacute;a tienden a ser peque&ntilde;as operaciones con base cient&iacute;fica, a menudo manejadas por un fundador-emprendedor. En consecuencia, suelen ser m&aacute;s innovadoras que los grandes grupos farmac&eacute;uticos que siempre intentaron liderar los descubrimientos a trav&eacute;s de selecci&oacute;n masiva de entidades qu&iacute;micas con la esperanza de dar con un compuesto capaz de mostrar promesas contra las enfermedades.<br />
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Ahora muchos de los grandes laboratorios est&aacute;n invirtiendo en compa&ntilde;&iacute;as casi siempre enfocadas en un solo producto. Kimberly vaticina que en los pr&oacute;ximos cinco a 10 a&ntilde;os, las grandes firmas farmac&eacute;uticas aumentar&aacute;n su nivel de inversi&oacute;n en peque&ntilde;as <em>start-ups </em>de investigaci&oacute;n con productos prometedores, y reducir&aacute;n sus vastas operaciones de investigaci&oacute;n y marketing. El modelo que surge de estos cambios plantea desaf&iacute;os al gerenciamiento farmac&eacute;utico que est&aacute; acostumbrado a trabajar en un marco muy centralizado.<br />
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Brian Strom, del Leonard Davis Institute, sugiere que las firmas farmac&eacute;uticas se dediquen a desarrollar productos con fuerte proposici&oacute;n de valor para contener futuras exigencias de bajar precios. En a&ntilde;os recientes, el modelo adoptado por los laboratorios &ndash;del gran medicamento generador de millones&ndash; los llev&oacute; a concentrarse en imitar el producto de otra compa&ntilde;&iacute;a para crear uno similar. Luego, confiar en que una adecuada estrategia de marketing generara ingresos suficientes para sostener el costo de investigaci&oacute;n y marketing de la compa&ntilde;&iacute;a.<br />
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Lo que deber&iacute;an hacer los grupos ahora es poner el &eacute;nfasis en la &ldquo;eficacia comparativa&rdquo; cuando eligen opciones prometedoras para drogas futuras. La &ldquo;eficacia comparativa&rdquo; se&ntilde;ala las ventajas de una droga sobre otras para tratar una enfermedad. &ldquo;Este m&eacute;todo requiere mucha inversi&oacute;n y existe el riesgo de que la informaci&oacute;n pueda mostrar que la droga no es mejor que otras… o que a veces es peor&rdquo;.<br />
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El modelo que tenemos ahora, dice Strom, es el de competir en marketing, pero si se lo cambiara por el de eficacia comparativa se podr&iacute;a bajar costos de salud y a la vez brindar nuevos tratamientos. Un &eacute;nfasis excesivo en marketing, junto con sonados retiros de drogas afamadas por campa&ntilde;as medi&aacute;ticas, provoc&oacute; la desconfianza de los consumidores en los fabricantes farmac&eacute;uticos. La soluci&oacute;n no est&aacute; en el marketing sino en la innovaci&oacute;n.</p>
<p><strong>&iquest;Nuevos productos patentados?<br />
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Esta industria consume hace rato capital humano, recursos inform&aacute;ticos y marketing en pos de innovaciones. Pero casi no ha tocado su propio n&uacute;cleo en materia de investigaci&oacute;n y desarrollo. Mientras otros sectores se contra&iacute;an, los laboratorios continuaron la b&uacute;squeda de medicamentos estelares.<br />
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Eso est&aacute; empezando a cambiar. A medida como las principales firmas del mercado afrontan la expiraci&oacute;n en 2010/13 de patentes exclusivas por alrededor de US$ 130.000 millones en Estados Unidos, sus ejecutivos ya no pueden depender de unas pocas especialidades para mantener o aumentar ventas. Por el contrario, tratan de diversificar carteras y, adem&aacute;s, crear farmoqu&iacute;micos a costos muy inferiores al promedio por producto citado a menudo como referente: algo m&aacute;s de US$ 800 millones.<br />
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&ldquo;Todos reconocen que los actuales modelos tienen menor tasa de retorno que en el pasado&rdquo;, se&ntilde;ala David Blumberg, principal autoridad asesora de la consultora KPMG. &ldquo;Las compa&ntilde;&iacute;as apelan entonces a la compra de peque&ntilde;as empresas, a acuerdos de licenciamiento, cifrados en tercerizar I+D, y programas para desarrollar drogas orientadas a peque&ntilde;os grupos de pacientes, mal llamadas &ldquo;especialidades hu&eacute;rfanas&rdquo;.<br />
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En 2009 &ndash;a&ntilde;o p&eacute;simo para la econom&iacute;a y las finanzas&ndash;, la industria biot&eacute;cnica acumul&oacute; un r&eacute;cord de US$ 55.800 millones, o sea 86% sobre 2008. As&iacute; apunta el fondo inversor Burrill &amp; Co. Mucho de ese incremento se originaba en acuerdos de licenciamiento, por los cuales una compa&ntilde;&iacute;a paga por los derechos a comercializar determinado compuesto desarrollado por otra.<br />
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Durante los &uacute;ltimos meses, solamente, ha habido una notoria racha de asociaciones anunciadas. En diciembre pasado, por ejemplo, Pfizer licenci&oacute; de la israel&iacute; Protalix Biotherapeutics &ndash;por US$ 60 millones y con alcance mundial&ndash; un tratamiento para el mal de Gaucher, un raro d&eacute;ficit enzim&aacute;tico. La noticia llam&oacute; la atenci&oacute;n porque significaba que la mayor farmoqu&iacute;mica del planeta pasaba a cubrir necesidades de apenas cientos de pacientes, no ya los millones t&iacute;picos del modelo de medicamentos estelares.<br />
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En enero, la suiza Roche terceriz&oacute; algunos descubrimientos a la biotecnol&oacute;gica belga Gal&aacute;pagos. El convenio permitir&aacute; a &eacute;sta obtener hasta US$ 573 millones aplicando el hallazgo de su licenciadora a identificar compuestos para tratar un trastorno obstructor pulmonar (TOP). Al respecto, Onno van de Stolpe, director ejecutivo de la firma belga, se&ntilde;alaba a los inversores que confiaba en captar m&aacute;s contratos con grandes farmoqu&iacute;micas.</p>
<p><strong>Secretos compartidos</strong><br />
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Entre las experiencias m&aacute;s radicales se halla una decisi&oacute;n del laboratorio estadounidense Eli Lilly: permitir a contratistas externos ensayos con mol&eacute;culas patentadas por el gigante. A partir de 2001/02, por cierto, grandes farmac&eacute;uticas han estado aceptando que operadores externos &ndash;universidades inclusive&ndash; conduzcan pruebas cl&iacute;nicas e investigaciones en sus laboratorios. Pero admitir que trabajen con mol&eacute;culas en fases tempranas de desarrollo implica compartir secretos generalmente bien guardados, una estrategia muy poco usual en un sector tan cauto.<br />
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Eli Lilly no est&aacute; solo. El brit&aacute;nico GlaxoSmithKline ha resuelto dejar que socios biotecnol&oacute;gicos menores vayan m&aacute;s all&aacute; de las etapas iniciales de desarrollo. Inclusive, comienza a emular su modelo de capitalismo emprendedor. En la actualidad, los cient&iacute;ficos de GSK deben exponer ideas a paneles de ejecutivos propios y expertos ajenos, si desean obtener financiamiento para nuevos proyectos.<br />
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Por su parte, la firma suiza Novartis, directamente descarta el viejo modelo de medicamento para males de amplio mercado. Por ejemplo, Alzheimer o tumores, a favor de enfermedades cuyos mecanismos son mejor conocidos. En otras palabras, donde existen m&aacute;s probabilidades de hallar terapias adecuadas.<br />
Estas estrategias suponen que, reenfoc&aacute;ndose en lo cient&iacute;fico, no ya en el marketing, las compa&ntilde;&iacute;as vuelvan a producir especialidades efectivas. Es toda una apuesta, pero las farmoqu&iacute;micas no tienen otras opciones a mano. &ldquo;Afrontamos contextos innovadores, poco usuales&rdquo;, se&ntilde;ala Blumberg. &ldquo;Cuando la tercerizaci&oacute;n comenz&oacute; a extenderse en varias industrias, se dec&iacute;a que no llegar&iacute;a a lo estrat&eacute;gico, o sea al n&uacute;cleo del negocio. Hoy, una farmac&eacute;utica tras otra tercerizan aspectos claves de investigaci&oacute;n y desarrollo&rdquo;.<br />
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Por supuesto, las grandes farmoqu&iacute;micas deber&aacute;n encarar la tercerizaci&oacute;n en I+D en forma distinta a la de otras funciones subcontratadas afuera; como en inform&aacute;tica o tecnolog&iacute;a.<br />
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&ldquo;Existe un nivel de riesgo &ndash;observa el experto de KPMG&ndash; m&aacute;s complejo. En el modelo convencional, un solo cient&iacute;fico o un peque&ntilde;o equipo se hac&iacute;an cargo de una droga desde su descubrimiento, pasando por los ensayos cl&iacute;nicos, hasta llevarla al mercado. Este personal se juega por su esquema y quiere que tenga &eacute;xito. Lo negativo del sistema es no poder abandonar temprano una idea que no funciona. Lo positivo, en cambio, es que el equipo se compromete en alto grado y entiende &ndash;por ejemplo&ndash; que un error de datos arriesga costarle millones a la empresa. La I+D externa, al disponer de muchos clientes, probablemente no se preocupe por uno o dos.<br />
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Por ende, &ldquo;esas relaciones &ndash;prescribe Blumberg&ndash; han de ser cuidadosamente sopesadas y desenvueltas. No es sensato poner todas las fichas en un solo socio tercerizador. Para ello, es preciso generar los incentivos apropiados. As&iacute;, si se lo estimula para hacer la tarea a tiempo &iquest;peligrar&aacute; la calidad? O, si se lo incentiva en costos &iquest;se arriesgan tiempo y calidad?&rdquo;.</p>
<p><strong>Nuevos modelos</strong><br />
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Seg&uacute;n Lawrence Hrebiniak, analista de Wharton, &ldquo;los temas organizativos y estructurales atinentes a nuevos tipos de alianzas pueden ser tan espinosos como los t&eacute;cnicos y cient&iacute;ficos. El problema es que se lidia con investigadores que quieren ser dejados solos. Por ende, resulta imposible intentar burocratizar o regimentar la innovaci&oacute;n y someterla a pautas r&iacute;gidas. Por caso, el socio tercerizador podr&iacute;a tomarse libertades incompatibles con la estrategia de la tercerizante, haciendo peligrar la coexistencia entre grupos en aras de la autonom&iacute;a&rdquo;.<br />
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Invertir en alianzas tercerizadoras requiere tambi&eacute;n aptitudes todav&iacute;a ajenas a las compa&ntilde;&iacute;as farmoqu&iacute;micas. Por ejemplo, la tecnol&oacute;gica Cisco Systems se ha hecho famosa por su estilo disciplinado hacia las fusiones y adquisiciones, centrado en entender qu&eacute; nuevas tecnolog&iacute;as ser&aacute;n efectivas o rentables. <br />
En ese plano, sostiene Hrebiniak, &ldquo;es relevante la diligencia debida en la localizaci&oacute;n de socios adecuados para F&amp;A o emprendimientos conjuntos y en captar e integrar tecnolog&iacute;as asequibles&rdquo;.<br />
<br />
Algunas farmoqu&iacute;micas han demostrado que pueden hacer todo eso. El a&ntilde;o pasado, en una movida que pareci&oacute; estrat&eacute;gicamente correcta, Roche tom&oacute; 44% de la estadounidense Genentech. Esto consumaba una sociedad que ya hab&iacute;a gestado tres espec&iacute;ficos claves para Roche: los anticancer&iacute;genos Avastin, Hercetin y Rituxan.<br />
<br />
No obstante, &ldquo;en general los grandes laboratorios parecen contentarse con papeles quiz&aacute; demasiado secundarios&rdquo;, sostiene el indio Saikat Chaudhur&iacute; &ndash;tambi&eacute;n de Wharton, cuyo trabajo se centra en F&amp;A. &ldquo;Esas compa&ntilde;&iacute;as no suelen manejar bien carteras y tienden a perseguir los mismos objetivos. Conservadoras en I+D, apuestan a una estrecha gama de drogas y espec&iacute;ficos&rdquo;.<br />
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Sin embargo, las l&iacute;deres del sector no tienen otro remedio que probar con cambios. Como subraya Hrebiniak, &ldquo;la presi&oacute;n de la competencia se endurece y las grandes ya no pueden seguir gastando en I+D 10 a 20% de los presupuestos actuales. Al otro lado de la escena, las firmas menores est&aacute;n ansiosas de tercerizar. Mientras tanto, la crisis de 2007/09 y su presente correlato europeo impiden que acudir al mercado financiero o burs&aacute;til sea una salida viable. Entonces, las peque&ntilde;as y medianas firmas necesitan ayuda y se motivan para estrechar lazos con las grandes, al menos en Occidente.<br />
<br />
A su vez, &ldquo;asociarse con compa&ntilde;&iacute;as chicas ofrece a las de mayor envergadura una ventana a tecnolog&iacute;as promisorias&rdquo;, manifiesta Jagmohan, compatriota de Chaudhur&iacute; en la misma escuela de negocios. &ldquo;Un inversor que haya puesto cinco millones en una emprendedora farmac&eacute;utica durante las primeras fases de desarrollo podr&aacute; sentar a alguien en el directorio. Eso no es poco&rdquo;.</p>

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