<p>Con tanto interés, se han identificado hasta el cansancio las características que deben estar presentes para un buen liderazgo. Por eso no puede resultar difícil usar un modelo para ver si hay o no hay capacidad y medirla. Como hablamos de algo muy intangible, el método para medirlo será necesariamente más blando que el que se use para medir, por ejemplo, resultados financieros. Por ejemplo, podría bastar una encuesta de opinión entre colegas.</p>
<p>Primero habrá que tener perfectamente claro qué queremos captar. Si decimos que liderazgo es básicamente la capacidad de alguien para generar un cambio, el método que apliquemos debe servir para revelar esa capacidad. Uno de los modelos más difundidos en Estados unidos es el de James M. Kouzes y Barry Z. Posner, autores del libro <em>The Leadership Challenge: how to Keep Getting ExtraOrdinary Things</em>. Ellos proponen que sea la gente que trabaja a las órdenes del líder la que lo/la evalúe.</p>
<p>Propone, por ejemplo, que se contemple si comenta con los demás las futuras tendencias que pueden cambiar el trabajo, si reconoce los logros de los demás y entrega devoluciones, si cumple con sus promesas, si trata a los demás con respeto y si valora la opinión de otra gente.</p>
<p>El método contempla también que el mismo líder se evalúe a sí mismo sobre la base de algunas conductas que brinda como pauta.</p>
<p>Las organizaciones que no están interesadas en usar modelos formales como el anterior, pueden utilizar tests como el de Meyers Briggs o formularios de evaluación para estimar presencia de inteligencia emocional. Pero cualquiera sea el método elegido, la clave está en tener alguna base de medición. El liderazgo de demasiado importante como para darlo por sentado.</p>
<p>Finalmente, tampoco habría que limitar esta evaluación a las posiciones gerenciales. La medición es necesaria en todos los niveles de la organización y en casi todos los tipos de cargos.</p>
Ha llegado la hora de medir la capacidad de liderar
El liderazgo es un tema que ha fascinado en los últimos años. Sólo en los últimos tres, se publicaron sobre el tema más de 5.000 libros. Pero si el líder es un factor fundamental en la creación de valor, ¿por qué no se mide también su desempeño?