<p>Hay en Estados Unidos dos grupos de personalidades cuyo sello identificatorio es el bajo perfil. Bajo perfil solamente porque no buscan salir en los diarios ni tampoco que se sepa mucho de ellos. Pero de altísimo perfil por los miembros que lo integran. Uno es exclusivamente de hombres y tiene 139 años de antigüedad. Se trata del Bohemian Grove, en San Francisco California. Entre sus miembros contó con Eisenhower, Carter, Nixon ambos Bush. Si se lo quiere llamar de otra manera se podría decir “el club de los muchachos poderosos".</p>
<p>El otro, mucho más reciente, es el “club de las chicas poderosas”. Su nombre oficial es Belizean Grove y fue fundado hace doce años. Este club es exclusivo para mujeres. En cierta medida lo presentó en sociedad el New York Times, quien en estos días publicó una columna dedicada al club de las mujeres que han llegado a la cima en cualquiera de los aspectos de la vida pública.</p>
<p>¿Con qué objeto se reúnen? Tanto hombres como mujeres se proponen metas y usan su poder, sus relaciones y su influencia, para lograrlas. El Bohemian – el de los hombres –, por ejemplo, ideó el Proyecto Manhattan (el Manhattan Project, fue el esfuerzo, liderado por Estados Unidos y secundado por Gran Bretaña y Canadá, que resultó en el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial).</p>
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<p>Algunas de las mujeres del Belizean Grove tienen como misión poner una mujer en la presidencia de Estados Unidos. Las “grovers” como se llaman a sí mismas, reúnen riqueza e influencia. Son directoras de compañías entre las que figuran Xerox, Procter & Gamble, Nasdaq y Nordstrom. Hay también una senadora canadiense y la CEO de la iglesia episcopal. Muchas son estadounidenses, pero también las hay de Colombia, Ecuador, Islandia y Nueva Zelanda. <br />
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Aprovechan su red para lograr acuerdos, sellar operaciones multimillonarias, contratar y asesorar a empresarias en ascenso. Nunca, sin embargo, dan demasiados detalles. Lo que más protegen es la privacidad de cada una. <br />
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Se reúnen cada tanto durante cuatro días en alguna playa de América Central o del Sur, disfrutan del mar y conversan libremente sobre temas que abarcan desde compras apalancadas hasta diplomacia internacional mezclando aquí y allá el cuidado de los padres o de los hijos.</p>
<p>El grupo surgió informalmente y sin agenda previa. Las mujeres comenzaron a reunirse porque tenían pocas oportunidades de expresar sus preocupaciones mientras ascendían en la escala corporativa. Pero sus reuniones condujeron a un diálogo continuado sobre negocios y ellas fueron ganando acceso a capital y conexiones fuera de sus círculos establecidos. <br />
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El Belizean Grove ha puesto en contacto a mujeres que actúan en tecnología con mujeres que se mueven en los altos círculos de las finanzas, o de los medios o del ámbito legal, o del retail y demás. Juntas, en forma horizontal, han desarrollado masa crítica y conseguido más influencia. <br />
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