Tras el suicidio de una ex concejal mientras
era desalojada de su casa por no pagar su crédito hipotecario, el gobierno
decidió modificar las reglas para detener los desalojos en casos extremos,
aunque casi 90% de los españoles considera que la medida no cambia
sustancialmente el drama que viven miles de familias que están quedando en la calle.
Se ha determinado una tregua para las familias que se encuentran en situación
más desesperada.
Mientras tanto, la morosidad (créditos no
cobrados) en los bancos alcanzó un nuevo récord en septiembre, ubicándose en
10,7%. La mayoría de los préstamos es en el sector inmobiliario. Ese mes, los
bancos tenían más de €180.000 millones en la cartera de créditos impagos; el
nivel más alto desde que se empezaron a elaborar las estadísticas en 1962.
Este nuevo récord confirma el deterioro del
sector financiero español, que preocupa a los inversores y a los socios europeos
de España, lo que ha llevado a la zona euro a conceder en junio una línea de
crédito de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a la banca.
Un estudio de la firma norteamericana Oliver
Wyman sostiene que España necesita conseguir €59.300 millones de capital extra
para sostener el sistema bancario. Sin embargo el gobierno español cree que
necesitará alrededor de €40.000 millones, ya que algunos bancos pueden
conseguir capital por su cuenta.
Desde 2008 se ha producido en el país 350.000
órdenes de desalojo.