Esencialmente, en este tipo de computación todo lo que puede brindar un sistema informático se ofrece como servicio, de modo que los usuarios puedan acceder a las aplicaciones y programas disponibles “en la nube de Internet†sin conocimientos (o, al menos sin ser expertos) en la gestión de los recursos que usan. Según el IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers) Computer Society es un paradigma en el que la información se almacena de manera permanente en servidores de Internet y se envía a cachés temporales del cliente, lo que incluye equipos de escritorio, portátiles o dispositivos móviles. Esto se debe a que, pese a que las capacidades de las PC han mejorado sustancialmente, gran parte de su potencia se desaprovecha, al ser máquinas de propósito general.
En definitiva “cloud computing†es un modelo de prestación de servicios de negocio y tecnología, que permite al usuario acceder a un catálogo de servicios estandarizados y responder a las necesidades de su negocio, de forma flexible y adaptativa, en caso de demandas no previsibles o de picos de trabajo, pagando únicamente por el consumo efectuado.
El cambio paradigmático que ofrece computación en nube es que permite aumentar el número de servicios basados en la red. Esto genera beneficios tanto para los proveedores, que pueden ofrecer, de forma más rápida y eficiente, un mayor número de servicios, como para los usuarios que tienen la posibilidad de acceder a ellos.
A pesar de que su core business siempre fue las redes, Claro, Telefónica y Telecom se han lanzado a la carrera de ofrecer servicios IT a sus clientes corporativos. Las tres telefónicas apuntaron en el último año a reforzar su estrategia de servicios en la nube para crecer en un mercado que promete generar importantes ingresos.
La nube, el modelo que crece sin cesar
Hasta los legos hablan de ella. Es un concepto que hasta hace pocos años formaba parte del lenguaje metereológico, y ahora es clave en tecnología informática.