En el informe 76 de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo, se analiza el cambio estructural que desde la segunda década se está operando en las exportaciones argentinas respecto del período precedente.
Así, de un crecimiento sistemático de numerosos productos con resultados ascendentes, entre 2001 y 2010, se pasó a un amesetamiento irregular, con alta dependencia de pocos productos y, en todos, alta sensibilidad a factores que afectan los resultados por poco margen de maniobra, en lo que va de la segunda década.
Y la que era una competitividad sistémica, con diversas industrias internacionalizándose en una variedad de mercados, se trastrocó en falta, salvo excepciones, sesgadas sólo hacia productos de origen natural (agropecuarios y minerales), y a Brasil en automotores.
Si había resultados constantes, se convirtieron en inestables en la mayoría de las industrias (stop and go).
Todo lo cual lleva a la inexorable necesidad de generar una nueva agenda que permita acceder a un nuevo marco político, normativo y económico que facilite recuperar competitividad para los sectores transables, concluye DNI.
Introducción
Luego del impacto de la crisis en 2009 (las exportaciones cayeron ese año por primera vez desde 2002), las exportaciones recuperaron terreno y, si bien en 2010 no superaron el nivel record de 2008, en 2011 al superar los 84.000 millones de dólares alcanzaron una cifra record por primera vez en tres años.
Pero en 2012 volvieron a descender. En el primer semestre de 2013, mientras, las ventas externas se recuperan un 5%. Todo esto muestra un escenario de irregularidad, debilidad, amesetamiento, y heterogeneidad, propio de un marco de referencia que cambió.
Entre 2003 y 2008, las exportaciones habían crecido cada año a tasas de dos dígitos porcentuales sin excepción.
Entre 2005 y 2010 las exportaciones de bienes argentinos crecieron desde 40.013 millones de dólares hasta 68.500 millones de dólares (en el intermedio, en 2008 habían llegado a unos 71.000 millones para descender en 2009 y recuperarse en 2010). En 2012 por su parte llegaron a unos 81.200 millones de dólares.
Considerando las exportaciones de 2012, nos hallamos ante de un alza del 103% desde 2005.
Pero, como se señaló, mientras entre 2003 y 2008 hubo siempre crecimiento, entre 2009 y 2012 hubo alzas y bajas y una performance inestable, apunta DNI.
Exportaciones 2009 (en millones de dólares) Exportaciones 2010 (en millones de dólares) Exportaciones 2012 (en millones de dólares) Exportaciones 1er sem 2013 (en millones de dólares)
TOTALES 55.669 68.500 80.927 40.920
Escenario reciente
La Argentina ya no tiene ventas dinámicas. Así se observa al constatar las evoluciones de las ventas externas desde que se inició la segunda década del siglo XXI, lo que surge del cuadro siguiente.
Lo expuesto permite concluir que:
En el período 2010/2012, cuando las exportaciones generales crecieron un 18%, lograron crecer mas que ese promedio (esto es, “arrastraron” al promedio general) solamente los vegetales, los alimenticios, los químicos y el material de transporte o automotores (se excluyen los capítulos XX y XXI porque tienen escasísima relevancia cuantitativa mas allá de que figuran en la estadística).
Lo anterior muestra la enorme dependencia de esos 4 rubros y la debilidad de todo el resto.
En particular mostraron porcentajes nulos o negativos la madera y el corcho, los minerales, el plástico, el caucho, pieles y cueros, la pasta de madera, los textiles, el calzado, las manufacturas de piedra y las armas y municiones.
Si se cotejan los resultados del período 2010/2012 y los exhibidos en el primer semestre del presente año en comparación con el primer semestre de 2012, se constata que sólo repiten una evolución superior al promedio de cada uno de esos períodos medidos los vegetales y el material de transporte. Luego, presentan resultados aceptables -aunque no pueden mostrar porcentajes de alza superior al promedio de cada período en ambos casos- los alimentos y bebidas y las piedras y metales preciosos.
Por lo demás, es notoria la diferencia en los resultados en cada serie medida de las grasas y aceites, madera, carbón y corcho, químicos, plásticos, pieles y cueros, calzado y metales y sus manufacturas, además de las poco significativas exportaciones de los capítulos XX y XXI. Y confirman malos resultados en ambos períodos los minerales, el plástico y el caucho, la pasta de madera y papel, los textiles, las manufacturas de piedra y yeso.
De tal manera que puede aseverarse que las exportaciones argentinas desde el inicio de la década en curso están mostrando debilidad, amesetamiento, irregularidad, y especialmente dependencia de los vegetales (granos), alimentos (manufacturados agropecuarios), material de transporte (automotores) y ciertos metales preciosos.
Esto es: una dependencia de los únicos que exhiben competitividad: los de origen en la naturaleza (únicos productos globales que muestran competitividad) y los automotores (sólo por reacción a la demanda brasileña).
En la misma línea, si se analiza de manera más detallada no ya capítulos generales de exportaciones, sino los productos –que componen esos capítulos- más relevantes que Argentina exporta (en función de la facturación de cada uno), los resultados son confirmados:
SECCIÓN
DEL NOMENCLADOR PRODUCTO evolución en % entre 2010 y 2012 Evolución en % entre el 1er sem. De 2012 y el 1er sem. De 2013
2 carnes y despojos 4,89 15
3 pescados -0,83 4,7
4 leche y subproductos 43,79 -9,5
8 frutas comestibles -2,35 31,5
10 cereales 104,44 6,42
12 semillas y frutos oleaginosos -29,39 35,8
15 grasas y aceites vegetales 12,65 -5,9
23 residuos de la industria alimenticia 31,26 6,1
26 minerales y cenizas 20,23 12,3
27 combustibles minerales -6,93 -20
38 productos diversos de industrias químicas 30,17 -42,8
39 plástico y sus manufacturas 1,75 -3,3
71 perlas, piedras y metales preciosos, monedas 12,59 13,9
73 manufacturas de fundición, hierro y acero 16,01 -15,2
84 reactores nucleares, calderas, máquinas mecánicas 9,98 12,1
87 vehículos automóviles 18,28 32,8
Como se ve, sólo repiten performances relevantes y superiores al promedio de ambos períodos los cereales, los residuos de la industria alimenticia y los automotores; y resultados que no llegan a superar los promedios generales pero son aceptables en ambos lapsos, los metales preciosos y las máquinas mecánicas.