Cuando pensamos en la importancia de los datos para las economías y las sociedades modernas y en desarrollo lo usual es tener la imagen mental de los datos de internet, provistos por ejemplo por los motores de búsqueda o las redes sociales, que las empresas usan para mejorar sus estrategias de marketing. O quizás nos preocupa más el aspecto social de los datos y lo primero que viene a la mente es la privacidad versus la cantidad inmensa de datos que proveemos voluntariamente todos los días no sólo a través de servicios de comunicaciones (como redes sociales) sino también através del e-commerce, el online banking o los datos biométricos digitalizados. Pero hay otra revolución en ciernes relacionada a los datos, una más silenciosa.
“Hoy usamos software para casi todo y eso genera muchos datos. Tenemos software en el GPS del auto, en las telecomunicaciones, en la agricultura” explica Rodger Correa, Director del Program Coordination para las Americas de la organización sin fines de lucro BSA. “Se estima que el 90% de los datos que existen se crearon en los últimos dos años”. Correa se refiere a uno de los resultados que se desprende del último informe de BSA “¿por qué son tan importantes los datos?” donde la organización revela los resultados de un estudio global sobre el impacto de los datos en nuestras vidas. “Tenemos tanta capacidad para producir, almacenar y analizar la data que tenemos también la capacidad de tomar menores decisiones para mejor la vida de las personas” afirma Rodger Correa y su estudios provee ejemplos convincentes sobre la manera en que las personas mejoran sus vidas gracias a las respuestas proporcionadas por los datos.
¿Para qué tantos datos?
Mediante el análisis de datos y sensores marinos que monitorizan olas, corrientes y otros aspectos, los investigadores utilizan eficazmente los análisis de datos para optimizar la predicción de tsunamis y diferentes desastres naturales. En el área médica, el seguimiento de más de 1,000 datos por segundo, los investigadores demostraron a los médicos que los bebés prematuros con signos vitales atípicamente estables se correlacionaban con graves cuadros de fiebre al día siguiente; lo que permitió que se tomaran medidas preventivas y se salvaran muchas vidas. En Estocolmo, Suecia, se instalaron 1,600 sistemas de GPS en taxis para recolectar datos del flujo del tráfico. Después, se usó software para analizar estos datos e informarle al departamento de planificación urbana con el fin de disminuir la congestión. ¿Y cuál fue el resultado? El tráfico disminuyó un 20 %, se tarda la mitad en llegar al destino y las emisiones vehiculares se redujeron un 10 %. En los Emiratos Ãrabes Unidos, las nuevas herramientas de datos se usan para diseñar el primer edificio de energía positiva del mundo; edificio que produce más energía que la que consume. El modelo se podría implementar mundialmente y crear un impacto en la huella de carbono global. “El uso revolucionario de los datos por parte de las personas está provocando cambios y progresos extraordinarios alrededor del mundo. Sus esfuerzos relacionados con los datos fortalecen a otras personas y comunidades, y ayudan a las empresas a usar recursos con más eficacia”, explicó Victoria Espinel, presidente y directora ejecutiva de BSA.
En la industria
La economía basada en datos también es altamente prometedora. Alrededor del mundo, las empresas manufactureras que aprovecharan las herramientas de gestión de datos podrán ahorrarse hasta US$ 371 mil millones en el curso de cuatro años. El uso de “edificios inteligentes” en la infraestructura económica podrían significar un ahorro de US$ 25 mil millones en términos de costos energéticos que desaparecen al aumentar la eficiencia. El estudio estima que el sector de salud, si usase de manera efectiva sus datos, podría ahorrarse tres mil millones de dólares en costos asociados a una mala gestión de recursos. Pero no todo son promesas. Se estima que las empresas que usan hoy en día el poder de los datos para mejorar su productividad y su proceso de toma de decisiones incrementan su productividad entre un 5 y un 6 por ciento. “Si logramos hacer tan sólo un 1% más eficiente a la economía global con la ayuda de los datos, los economistas estiman que puede repercutir en un aumento de unos US$ 15 trillones al PBI global” afirma el estudio. Eso equivale a sumar a la economía un EE.UU. Completo y funcionando. Los agricultores desde Iowa hasta la India usan datos de semillas, satélites, sensores y tractores para tomar mejores decisiones acerca de qué cultivar, cuándo plantar, cómo hacer un seguimiento de la frescura de los alimentos y cómo adaptarse a los cambios en el clima. Nuestro vecino Brasil lo está haciendo para potenciar su producción de soja, el producto estrella de nuestro país.
La información está al alcance de la mano. ¿Pero es suficiente? Claramente no. Si bien desde BSA afirman que la vasta mayoría de los datos del mundo corresponden a procesos gubernamentales o datos econométricos impersonales la privacidad va a seguir siendo importante a nivel personal. ¿Qué tanto estamos dispuestos a dar para?. Finalmente, y como reconoce Rodger Correa, “estamos ahogados en datos pero a veces no sabemos cómo interpretarlos; cómo hacerlos útiles” por eso no podemos quitarle el ojo a la decisión política.