Seguridad para la nueva logística

    Con medio siglo de vida como empresa de servicios, en los

    últimos cinco años la transportista Roman ha enfocado

    su estrategia de negocios a satisfacer los estándares de la

    llamada nueva logística. No es una pretensión

    arbitraria: clientes de la magnitud de Coca-Cola y Nabisco lo hacen

    imprescindible. Responder adecuadamente a la ecuación que

    combina mercado masivo, alto volumen de mercaderías y vasto

    territorio precisa de otra ecuación igualmente compleja:

    incorporación permanente de tecnología para mejorar la

    eficiencia pero sin que crezcan los costos.

    Siguiendo esos preceptos, Roman adoptó la tecnología

    Datatrak, un servicio de localización de vehículos y

    transmisión de datos móviles que en la Argentina

    comercializa Megatrans, la licenciataria del británico

    Securicor Group, que desarrolló ese concepto

    tecnológico nada menos que para la legendaria Scotland Yard.

    Pero en la empresa, semejante adquisición se ve no sólo

    como una herramienta para mejorar la seguridad contra los robos, sino

    como la clave para enriquecer el control de la logística.

    “En este tipo de transporte masivo &emdash;explica Carlos Andria,

    gerente de Logística del área de Transporte de

    Roman&emdash; estamos acostumbrados a trabajar con márgenes

    bajos, y eso requiere seguridad. La obligación de que todo lo

    que transportamos deba llegar en tiempo y forma tiene un primer

    problema: llegar, con la gran inseguridad que hay hoy en la calle.”

     

    Más vale prevenir que curar

    Andria cuenta que la historia comenzó el año pasado,

    cuando los servicios de transporte que Roman presta a Nabisco

    llegaron a registrar un promedio de casi tres robos por mes.

    “Intentamos combatirlo poniendo custodios, pero eso significaba un

    gasto extra muy alto, un costo que nuestro sistema de

    distribución no resistía”, relata el gerente.

    En ese contexto, la decisión de recurrir al Datatrak

    cayó de madura. Y pese a que Megatrans presta el servicio

    sólo en el área metropolitana de Buenos Aires y

    mediante radio y no vía satélite, el índice de

    robos se redujo a cero y ni siquiera hubo intentos, según

    Andria. La conclusión del ejecutivo es que la

    tecnología incorporada, más que combatir los robos, los

    previene. “Más de una vez se acercó a alguno de

    nuestros camiones gente con actitud sospechosa, que se retiró

    al ver las calcomanías que indican que las unidades

    están protegidas por este sistema”, dice.

    Como en todo proceso de cambio, hay anécdotas: “Uno de los

    puntos que más discutimos durante la negociación para

    contratar el servicio &emdash;confiesa Andria&emdash; fue nuestra

    necesidad de comprobar el funcionamiento. Queríamos hacerlo en

    una situación típica y en un horario pico. Uno de los

    primeros días, mientras lavaba su camión, un chofer

    tocó accidentalmente el botón de pánico y en

    cinco minutos el sitio estuvo rodeado de policías. No fue

    necesaria la prueba y, hasta ahora, tampoco fue necesario volver a

    accionar el botón”.

    “Evidentemente, los ladrones saben que si se intenta un robo, la

    policía llega a tiempo”, razona el gerente. Y con la misma

    impecable lógica, Roman llevó ese argumento a sus

    aseguradoras, para negociar una rebaja de las primas, y a otros

    clientes, empezando por Chandon, a la que la compañía

    presta servicios de almacenamiento, control de stock,

    preparación de pedidos y distribución.

    De su flota total de 500 vehículos &emdash;que incluye

    unidades de carga liviana, de carga pesada y de pasajeros&emdash;, en

    la primera etapa quedarán conectados al sistema unos 80,

    principalmente asignados a los servicios que la firma presta a

    compañías de alta exposición, como Nabisco y

    Chandon.

     

    No es para cualquiera

    Por ahora, el problema para generalizarlo es que, para que la

    inversión sea viable, el cliente debe asociarse a la

    transportista en la adquisición del sistema. Pero los

    directivos de Roman creen que esa tecnología será

    accesible a todos los clientes cuando su cobertura geográfica

    se extienda y tenga sentido ampliar el servicio a la

    administración de los móviles y sus recorridos (es

    decir, a la logística).

    ¿Por qué Datatrak? “Simplemente porque negociamos un

    buen precio, acorde con lo que nosotros creíamos razonable

    para que nuestros clientes lo aceptasen”, responde Andria. De hecho,

    el ejecutivo reconoce que hay en el mercado al menos dos alternativas

    comparables en materia de eficiencia y de integración con la

    policía: Skycop y Search. “La diferencia fue de costo y

    facilidad de negociación, al margen de algunos detalles

    técnicos menores”, explica.

    Para Juan del Barrio, ejecutivo de Megatrans, hay en cambio

    más diferencias: “Nuestra oferta funciona sobre una

    infraestructura propia, una red propia de antenas con

    tecnología celular y con el concepto de dedicación

    exclusiva a nuestro sistema”, dice, y agrega que ello es producto de

    una inversión superior a US$ 10 millones.

    “Gracias a eso podemos brindar no sólo servicios de

    seguridad, sino también de navegación y

    comunicaciones”, informa Del Barrio, y asegura que “ningún

    otro prestador tiene esta clase de recursos, sino que utilizan redes

    de terceros, como las de telefonía celular”.

    El ejecutivo de Megatrans apunta más ventajas competitivas:

    “Podemos operar las 24 horas &emdash;dice&emdash; y nuestro servicio

    puede extenderse de la seguridad a la logística. No estamos

    limitados ni surgimos de un solo enfoque. Este sistema se

    concibió y se desarrolló en Gran Bretaña para el

    control de flotas de transporte de caudales y distribución

    postal”.

    El paquete de compra inicial fue por 100 unidades, pero la

    incorporación de ellas al sistema es paulatina. “De este modo

    &emdash;afirma Andria&emdash;, Megatrans se convirtió en socio

    de nuestro proyecto, para ofrecerlo a nuestros clientes en un formato

    y una dinámica que les resultaran aceptables.”

    Al momento de explicar cómo se recupera la

    inversión, el gerente de Roman no duda: “La rebaja de las

    primas de seguros, el ahorro de móviles y personal de

    seguridad y la ganancia de imagen que significa que no sólo

    desaparezcan los robos, sino que no se produzca siquiera el retraso

    de las entregas”. Y agrega: “Es cierto que el costo de la

    inversión se traslada a los clientes, pero también lo

    es que a ellos les resulta mucho más barato si lo hace la

    proveedora del servicio en lugar de tener que adquirir la

    tecnología para una flota propia”.

     

    El salto hacia la logística

    Roman y Megatrans ya están pensando en el siguiente paso, y

    están enfocándolo hacia un aprovechamiento integral de

    la gestión logística. Se trata de colocar una pantalla

    directamente conectada al sistema central, con las mismas funciones y

    facultades que tiene la consola de control y rastreo que existe en la

    Policía Federal y que le permite a ésta manejar la

    información en línea y en tiempo real.

    De ese modo, la pantalla tendrá un importante papel en la

    administración de los recursos, la asignación

    dinámica y la respuesta inmediata a los requerimientos, ya que

    dispondrá &emdash;en línea y en tiempo real&emdash; de

    la información sobre la ubicación geográfica de

    los recursos (móviles y personal).

    Por ahora, sin embargo, ese proyecto está supeditado a que

    Megatrans extienda su área de cobertura al interior del

    país. Ambas compañías confían en que no

    pase demasiado tiempo para que ello sea posible. Pero la

    limitación no es tecnológica sino económica. En

    otras palabras, hace falta reunir la inversión necesaria para

    que la ampliación del sistema a todo el país sea

    viable.