Hace pocos días los legisladores norteamericanos lo ovacionaron de pie durante largos minutos luego de su discurso en el Congreso. Semejante recepción durante su visita de estado de tres días refleja el gran cambio en las relaciones India – Estados Unidos, acelerado por el presidente Joe Biden.
Para un país que es co-fundador del Movimiento de los No Alineados, cuyos diplomáticos insisten repetidamente en su política de neutralidad, la visita de Modi fue extraordinaria.
Ambos países firmaron acuerdos de defensa y tecnología, que incluyen venta de drones norteamericanos a la India y la coproducción de aviones caza en India. También firmaron acuerdos para ayudar a la India a despegar su industria de semiconductores, capacitar astronautas indios en la NASA y abrir consulados norteamericanos en Bengaluru, la capital tecnológica india, y Ahmedabad.
Uno de los momentos más relevantes del discurso de Modi fue una referencia indirecta a los que los expertos dicen que es la principal razón por la que se está diluyendo la posición de país no alineado y se acerca cada vez más a Estados Unidos: China.
Modi dijo que hay nubes de coerción y confrontación que oscurecen la región indo-pacífico y que la estabilidad de la región se ha convertido en la principal preocupación de la India.
Los funcionarios indios insisten en que la neutralidad del paía es sacrosanta pero están más abiertos a la necesidad de cooperar con Estados Unidos para recuperar terreno en las tecnologías críticas donde China lleva ventaja. India este año superó a China como el país más poblado de la tierra, pero no la iguala la mayoría de las áreas de manufactura y alta tecnología.
