Rentabilidad sustentable

    Ramón Paramio

     

    GE ha firmado una extensión del contrato de mantenimiento de la planta de Central Puerto S.A. de 760 megavatios. El acuerdo, que asciende a US$ 78 millones, pone a esta empresa privada de generación eléctrica, la mayor de su sector en la Argentina, a la delantera tecnológica en maquinaria y software. Ramón Paramio, gerente regional de GE, lo explica desde su sede en México, en entrevista con Mercado.

     

    –¿En qué consiste el acuerdo con Central Puerto de Argentina?
    –Comenzamos a mantener esa planta en el año 2000. Ahora, no solo firmamos la extensión de los servicios por nueve años, sino que es la primera vez que incluimos soluciones avanzadas digitales de software en el contrato. Lo que está incluido es el APM (Asset Performance Management), que es una solución digital –desarrollada en Predix, una plataforma digital de GE para el ámbito industrial–, que permite monitorizar, analizar y anticipar cualquier problema de la planta, para evitar paradas forzadas que le cuestan mucho dinero a la empresa. Ese avance pondrá a Central Puerto S.A. a la vanguardia, ya que también compraron la turbina 9HA.01, la primera de tecnología H de GE en Latinoamérica, la cual este año ha sido acreedora de un récord mundial Guiness por eficiencia.

     

    –¿En qué consisten exactamente los servicios que darán a la empresa?
    –La extensión de los servicios abarcará la mejora del sistema de control de la planta y del sistema de filtrado del fuel, sus elementos auxiliares, mantenimiento de las calderas, condensadores y la turbina de vapor. Esto, junto con el nuevo software, mejorará la fiabilidad de la planta, ampliará su disponibilidad para producir electricidad por más tiempo y ayudará a ajustar los costos de Central Puerto S.A.

     

    –¿En qué grado mejorará la disponibilidad de la planta?
    –El software podría mejorar entre uno y dos puntos la disponibilidad de la planta, esto es mucho. Y también bajarán los costos de operación y mantenimiento por encima de 10%.

     

    –¿Cuánta gente se verá beneficiada, directa o indirectamente?
    –La planta de Central Puerto abastece a más de medio millón de familias de la zona de Buenos Aires. La empresa produce 17% de la electricidad que se genera y se consume en la Argentina, por lo que cualquier mejoramiento, impacta mucho en la población. Esperamos continuar trabajando con Central Puerto para elevar la eficiencia de toda su flota instalada. Siempre estamos con ellos para optimizar los acuerdos.

     

    –Hoy en día, ¿GE tiene personal trabajando en Central Puerto?
    –Sí, el contrato incluye asesoramiento técnico y tenemos expertos en ingeniería y otro personal técnico de GE trabajando, de forma habilitada, exclusivamente en esta planta de Central Puerto. También desde Querétaro, en México, nuestro Centro de Ingeniería para Latinoamérica, con 2.000 ingenieros, dan apoyo a la planta y a otros clientes de la región. Nuestros ingenieros de Latinoamérica también recurren a nuestros Centros de Excelencia en Ingeniería que están localizados en EE.UU. y en Europa, para mantenerse actualizados. La idea es que siempre se cuenta con el apoyo de los centros globales para dar respuestas más eficientes.

     

    –¿En qué países de América latina tiene puesta la mira la compañía?
    –Tenemos presencia en toda América latina, en más de 20 países. En algunos, la demanda eléctrica está creciendo, como por ejemplo en México. A pesar de la crisis, Brasil también es muy importante, nuestros clientes están generando proyectos interesantes allí. Asimismo, estamos desarrollando muchos trabajos en Chile, Perú, Colombia; esos son los países principales.

     

    –¿Qué tan importante es la Argentina para la empresa?
    –Mucho, porque con la nueva administración, lo que se quiere es fomentar el desarrollo del país, y esto abarca expandir la capacidad de producción de las flotas y del parque de generación eléctrica.
    En el mes de febrero, estuvo Jeffrey Robert Immelt, CEO de GE, y resaltó nuestro compromiso con la Argentina. Incluso trajo soluciones de financiación para proyectos de generación eléctrica en ese país. GE ha firmado acuerdos de colaboración con empresas como YPF y tenemos proyectos de peso con Pampa Energía y Central Dock Sud. Estamos trabajando continuamente con nuestros socios en Argentina, donde tenemos más de 3.000 megavatios instalados.

     

    –¿Qué otros clientes importantes tienen en América latina?
    –En esta región, tenemos más de 300 clientes, como, por ejemplo, Enel (que opera plantas de generación en la Argentina, entre otros países), Petrobras en Brasil, Iberdrola en Brasil y México, la Compañía Federal de Energía (CFE), que es la compañía estatal de México, Corpoelec en Venezuela. A escala mundial, contamos con más de 2.800 clientes. Tenemos prácticamente un tercio de la generación mundial, es decir 1.500 gigavatios son de tecnología GE. Los proyectos globales más relevantes de la compañía están en Asia y Ãfrica.

     

    –¿Cuáles son los próximos proyectos de GE en la región?
    –Tenemos dos tipos de actuaciones: la instalación de nuevas centrales y máquinas, y ayudar a nuestros clientes con la flota instalada para hacer más eficiente la generación existente, o expandirla. Nos enfocamos en que los megavatios que se producen se hagan con un consumo más bajo de combustible, y que las plantas puedan utilizar las energías renovables de modo que manejen las subidas o bajadas de la potencia de manera más fácil. En más de la mitad de la flota instalada de GE en Latinoamérica, tenemos proyectos para elevar la productividad de las plantas y hacerlas más rentables.

     

    Las energías renovables ¿ganarán cada vez más espacios en el futuro? 

    –Las energías renovables están ganando una participación importante en el mercado. Desde GE servimos a todas a las áreas de tecnología, renovables, hidráulicas, gas, carbón, e incluso nuclear. Creemos en un porfolio equilibrado, pero lo que vemos es que, con el crecimiento de las energías renovables, los desarrollos son intermitentes, por lo tanto, siempre tendrá que haber una parte importante de generación centralizada para poder compensar esa intermitencia y dar energía a los consumidores cuando lo necesiten. La estabilidad de la red la dan las tecnologías centralizadas como la nuestra, por ejemplo, las de turbinas de gas. Es decir, si bien las energías renovables son significativas, siempre habrá una instancia fundamental para la tecnología centralizada. Pensamos que al final habrá un equilibrio entre energía renovable, que es distribuida, y la tradicional, que es centralizada.

     

    –¿Cómo manejan el tema del impacto en el medio ambiente?
    –Para GE es una prioridad reducir las emisiones y ayudar a nuestros clientes y a los gobiernos locales a cumplir la regulación, que produzcan la energía más limpia posible. La generación de gas en sí es muy limpia y, además, con tecnologías específicas, llevamos esas emisiones a niveles muy competitivos a escala mundial. Tenemos Sistemas de Combustión Avanzados, llamados TLN, que son “combustores” especiales donde reducir dramáticamente las emisiones.

     

    –¿Cuánto invierte GE en investigación y desarrollo a escala mundial?
    –GE se propuso realizar una inversión acumulada de US$ 10.000 millones para el desarrollo de tecnologías limpias entre 2010 y 2015. Somos una de las empresas que invierte más en esa materia en el mundo. Tenemos una red mundial, el Global Research Center (GRC), con investigadores en nuevas tecnologías y luego la aplicamos a nuestros productos. Uno de esos centros está en Río de Janeiro, otro en Nueva York, en Munich, en China, en Bangalore (India)… todos muy activos.

     

    –Últimamente ponen énfasis en el área de software, ¿cuál es el monto de inversión allí?
    –En software invertimos cerca de US$ 2.000 millones en tres años. Hemos creado un Centro de Desarrollo de Software en San Ramón, California, solamente para nuestra plataforma de Predix, a fin de desarrollar soluciones digitales para cada negocio. También estamos creando nuevas tecnologías de software en forma constante.
    F.C.