El martes invitó a Jay Powell, Presidente de la Reserva Federal, a la Casa Blanca para manifestar su apoyo al Banco Central para que haga lo que haya que hacer para controlar la inflación. Simultáneamente, en un editorial del Wall Street Journal, Biden dijo que entiende la ansiedad de los norteamericanos por la inflación, que el país está batallando con los precios altos desde una posición de “fuerza” comparado con el resto del mundo. Otros altos funcionarios de su administración – incluida Janet Yellen, la Secretaria del Tesoro, quien admitió habers equivocado sobre el tema — también están incentivando sus apariciones en público.
El panorama inflacionario empeoró más con la guerra en Ucrania y la disrupción en las cadenas de suministro originadas por nuevas cuarentenas en China por la pandemia. Los precios subieron 8,5% en los últimos 12 meses hasta marzo: la peor inflación desde 1981. Ahora preocupa que el ajuste fiscal y monetario que hace falta para dominar la inflación dé como resultado una fuerte desaceleración de la economía.