Aun cuando se tomen medidas urgentes para cerrar la brecha de implementación. En su mayoría la deforestación y conversión están ligadas a cuatro productos básicos; con la producción ganadera la mayor parte de los bosques quedan desplazados por mucho.
Los compromisos comerciales voluntarios necesitan una mejora significativa para incluir a todos los actores de la cadena de suministro.
El planeta y sus habitantes no pueden esperar una década más para ver los frutos de los compromisos corporativos.
El informe Deforestación y cadenas de suministro sin conversión: una guía para la acción publicado por WWF y Boston Consulting Group (BCG) llega una década después de que los miembros del Consumer Goods Forum (CGF) se comprometieron, por primera vez, a eliminar la deforestación de sus cadenas de suministro, y examina las barreras y los requisitos para el progreso, así como también explora el papel que pueden desempeñar las empresas para detener la deforestación y la conversión de tierras.
Si bien el aumento de la conciencia pública ha puesto presión sobre las empresas para que actúen – y muchas han asumido compromisos voluntarios – el informe señala que este progreso no está teniendo el impacto deseado. Solo el 41- 46% de las empresas están reportando sobre el progreso de sus compromisos y en promedio el cumplimiento de estos compromisos apenas alcanza un 55% respecto a sus objetivos, remarcando la brecha de implementación. Además, los procesadores y comerciantes, las partes de la cadena de suministro que tienen el poder de crear el mayor cambio, han asumido la menor cantidad de compromisos hasta la fecha.
Entre 2001 y 2015, los productos agrícolas contribuyeron al 39% de la pérdida arbórea mundial. Incluyendo la deforestación y las pérdidas temporales, cada año se destruyen en promedio 10 millones de hectáreas de bosques, principalmente debido a la agricultura. Este último informe destaca cuatro productos básicos clave, tales como la soja, el aceite de palma, la carne de res y las plantaciones de fibra de madera, en los que se enfoca la promesa de cero deforestaciones netas de CGF en 2010.
La conexión entre estos productos básicos y los principales frentes de deforestación y conversión es sorprendente. El análisis muestra que la producción ganadera ha desplazado por mucho la mayor parte de los bosques, representando el 37% de la deforestación impulsada por la agricultura entre 2001 y 2015.
También es la fuerza principal, junto a la soja, detrás de la conversión de pastizales y sabanas, como el Chaco de América Latina y regiones del Cerrado. Curiosamente, es el producto básico con menor número de empresas que se comprometen sin deforestación y conversión. WWF está particularmente interesado en informar esto antes de la Pre-Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU que se llevará a cabo a fines de julio, que pide acciones en todos los niveles del sistema alimentario para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
Si bien los compromisos voluntarios de las empresas son fundamentales, siguen siendo insuficientes para impulsar el cambio requerido. El informe pide un mayor liderazgo, transparencia, trazabilidad y verificación por parte de las empresas, los compradores y los productores, junto con una legislación gubernamental sólida para garantizar cadenas de suministro sin deforestación, ni conversión, en adición a los compromisos de las instituciones financieras para impulsar un cambio sistémico.
El informe tiene un enfoque holístico para detener la deforestación y la conversión. Se aconseja a las empresas que, en primer lugar, cambien de una mentalidad de “suministros ecológicos”, comprando solo productos básicos sostenibles, a una de “proveedores ecológicos”, estableciendo objetivos más allá de su propia huella operativa y tomando medidas para detener la deforestación y la conversión en toda su cadena de suministro. En segundo lugar, deben adoptar un enfoque basado en el sector, el paisaje o la jurisdicción, lo que significa abordar los problemas sectoriales colaborando con sus pares o abordando problemas basados en la geografía a través de coaliciones de stakeholders locales para lograr un impacto significativo.
Tales enfoques requerirán un esfuerzo coordinado por parte de las empresas, que cuente con el apoyo de los gobiernos: nacional, regional y local; el sector financiero y las organizaciones no gubernamentales (ONG), si realmente se quiere responder de manera decisiva a la crisis de deforestación y conversión.
La deforestación avanza con un ritmo alarmante
Las acciones que están tomando las empresas no son suficientes para detener la destrucción de los ecosistemas más valiosos del mundo (bosques, sabanas y pastizales, entre otros) que continúan desapareciendo a un ritmo rápido.