Ante la inminente crisis alimentaria que podría desatarse a raíz de la pandemia de la COVID-19, Alemania se ha comprometido a aportar recursos al Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas.
La contribución de € 27,3 millones de Alemania al Mecanismo de Estímulo del FIDA para la Población Rural Pobre, que fue presentado en abril por los Embajadores de Buena Voluntad del FIDA, Idris y Sabrina Elba, permitirá que los pequeños productores de alimentos puedan acceder a insumos, mercados, liquidez e información de manera oportuna a fin de ayudar a garantizar un suministro ininterrumpido de alimentos en las zonas más afectadas de África, América latina, Asia y el Oriente Medio.
“COVID-19 ha afectado duramente a las poblaciones rurales más vulnerables del mundo. Si siguen teniendo dificultades para conseguir suficientes alimentos para sus familias u obtener un ingreso digno, nos veremos ante una crisis mucho mayor”.
“Al mantener las cadenas alimentarias locales en funcionamiento ayudamos a lograr cierta estabilidad y prevenir migraciones masivas y conflictos”, señaló el Presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo. “Con esta generosa y oportuna contribución, el gobierno y el pueblo de Alemania reafirman su compromiso para forjar un mundo más estable en el que las personas no padezcan hambre”.
“La COVID-19 conlleva graves consecuencias para los pequeños agricultores y productores pobres de las zonas rurales de los países en desarrollo”, señala Maria Flachsbarth, Secretaria de Estado Parlamentaria del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania.
Según las estimaciones de las Naciones Unidas, se prevé que el número de personas que padecen hambre aumente hasta en 132 millones este año debido a los efectos económicos de la pandemia, lo que supone que 1 de cada 10 personas se vería afectada por el hambre. También se prevé que la pobreza extrema aumente este año por primera vez en dos decenios.
Las medidas aplicadas para limitar el avance de la pandemia han dado lugar a restricciones al comercio y a la circulación que han impedido a los agricultores plantar y cosechar sus cultivos, así como acceder a los mercados para vender sus productos y adquirir insumos. También han alterado las cadenas de suministro de alimentos nacionales e internacionales, lo que ha puesto en peligro millones de medios de vida rurales.
Ya se han aprobado 50 propuestas para la concesión de fondos en el marco del Mecanismo de Estímulo, a partir de lo cual se brindará apoyo a alrededor de 1,5 millones de personas, en particular en algunos de los contextos más difíciles del mundo, como el Afganistán, el Líbano, Somalia y el Yemen.