Muchos creen que a Donald Trump le habría convenido debatir con Biden por segunda vez, aunque sea en forma virtual. Al no existir debate ambos candidatos fueron entrevistados en paralelo y por separado. Mientras el candidato demócrata asistía a los estudios de la cadena ABC, a Donald Trump dialogó con Savannah, periodista y abogada que moderó la hora de televisión.
Guthrie fue implacable en su interrogatorio y cuestionó todas las respuestas del presidente.
Guthrie preguntó a Trump sobre su propio contagio y sobre cuándo fue la última vez que dio negativo. Le preguntó si se hizo el test el día del debate con Biden. El presidente no lo recordaba. La pregunta fue repetida varias veces y la respuesta fue la misma: no lo recordaba con precisión. Eso solo marcó la falta de transparencia de la Casa Blanca sobre el tema.
Guthrie corrigió al presidente cuando éste citó un estudio según el cual 85% de las personas que usan tapabocas se contagian y le recriminó que no diera el ejemplo con su acatamiento al uso de barbijos.
Uno de los momentos más tensos del interrogatorio fue cuando Trump se negó a condenar las teorías conspirativas del movimiento de la supremacía blanca AQanon. El presidente dijo ”lo único que sé es que luchan muy duro contra la pedofilia, y en eso coincido con ellos”.
Guthrie también cuestionó a Trump por propagar directamente otra teoría conspirativa contra Obama y cuando el presidente trató de justificar que solo había hecho un retuit y que “la gente puede decidir por sí misma”, Guthrie le replicó lo que ningún periodista antes le había planteado directamente: “Usted es el presidente, no es el tío loco de alguien“.
También lo emplazó por no dar a conocer su declaración impositiva con la excusa de estar bajo auditoría. “Ninguna ley le impide hacer pública esa información”.
En todo momento Guthrie subrayó lo que consideraba falsedades o contradicciones del presidente