Varios grupos internacionales de inversores compraron bonos respaldados por las ganancias obtenidas por la mafia más poderosa de Italia, según los documentos legales y financieros a que tuvo acceso el diario inglés. En un caso, los instrumentos, respaldados en parte por compañías pantalla acusadas ahora de trabajar para la mafia calabresa Ndrangheta, fue comprado por Banca Generali, uno de los bancos privados más grandes de Europa.
Cerca de 1.000 millones de euros de esos bonos privados fueron vendidos a inversores internacionales entre 2015 y 2019. La Ndragheta es menos conocida fuera de Italia que la mafia siciliana pero en los últimos años se ha convertido en el grupo criminal más rico y más temido en el mundo occidental. Sus crímenes incluyen tráfico de cocaína a escala industrial, lavado de dinero, extorsión y contrabando de armas.
Según el Financial Times, esos bonos fueron creados a partir de facturas impagas a las autoridades de salud pública en Italia y provenientes de compañías que brindan servicios médicos. Otros grupos que compraron esos bonos incluyen fondos de pensión, fondos de cobertura y oficinas familiares, todos buscando altos retornos en un momento en que las tasas de interés están muy bajas, según personas que participaron en las operaciones.