Frente a la pandemia de COVID-19 que estamos atravesando mundialmente, el Centro Conciliación Familia y Empresa del IAE Business School realizó una encuesta de la que participaron 507 personas que trabajan en empresas argentinas de más de 50 empleados, con el objetivo de conocer y reflexionar sobre los cambios que trae aparejado este nuevo contexto, en lo que respecta a las dinámicas laborales centradas en el teletrabajo, su relación con las demandas familiares y la organización de las tareas de la casa.
Entre los datos más optimistas que arrojó esta encuesta, se destaca la percepción de los encuestados acerca del teletrabajo y el rol de sus jefes: un 91% se consideró capacitado para hacer “home office” y un 80% reconoció que su jefe fomenta la confianza y le da la libertad necesaria para organizar el modo de trabajar y adaptarse a esta nueva modalidad. Sin embargo, un 40% señaló no tener objetivos de trabajo bien definidos y alcanzables dentro de la jornada laboral.
En cuanto al apoyo tanto emocional como instrumental por parte de sus empleadores, si bien el 81,3% indicó que desde la empresa para la que trabajan fueron provistos del equipamiento necesario para trabajar, un 58,4% manifestó la falta de apoyo emocional para acompañar la realidad familiar por parte de sus empleadores.
Respecto a capacitaciones, la amplia mayoría señaló que los cursos de capacitación se centraron en el uso de herramientas tecnológicas para teletrabajar (46%) y en el trabajo virtual en equipo (35,1%). En este sentido, se detecta una oportunidad importante de capacitación en temas no técnicos como la gestión del tiempo, comunicación efectiva, conciliación familia-trabajo, entre otros.
En lo que hace al impacto del teletrabajo en el desarrollo de competencias, las mujeres, proporcionalmente más, creen que el teletrabajo genera un bajo desarrollo de la gestión del tiempo (17,8%); mientras que los hombres, proporcionalmente más, creen que el teletrabajo desarrolla competencias como, alto nivel de flexibilidad (52,6%) y alto nivel de autodisciplina (52,1%).
Otro dato llamativo que arrojó esta encuesta es que el 83,4% de los casos se ha involucrado más en las tareas del hogar, donde los hombres proporcionalmente más manifestaron estar de acuerdo con esta afirmación (30%). Asimismo, el 25,7% de las mujeres encuestadas afirma tener un alto nivel de dificultad para realizar las tareas domésticas, apenas un 9% de los hombres coincidió con esta afirmación y un 65% de ellos señaló un nivel de identificación entre bajo y nulo. Y, mientras un 31,4% de las mujeres indicó que la superposición de tareas domésticas y laborales le generó un alto nivel de desgaste, solo un 15% de los hombres coincidió con ese punto.
“Con esta investigación hemos querido desde el Centro CONFyE del IAE Business School entender cómo las empresas y las personas se han adaptado al home office y enfrentado la realidad de la conciliación, en unas circunstancias excepcionales en las que trabajo y familia conviven en el mismo techo durante todo el día. A pesar de que la mayoría de los encuestados considera haber tenido dificultades para separar el trabajo de la atención a sus seres queridos, es relevante que para un 82% de ellos esta pandemia los ha llevado a valorar más a su familia y a fortalecer los vínculos, así como a estimar más a las personas que se dedican a las tareas de cuidado. Esto demuestra una vez más que la familia es el pilar de las personas, el refugio para enfrentar los malos momentos y para salir fortalecidos de ellos.” señaló Patricia Debeljuh, Directora Centro CONFyE.
Mirando hacia adelante y proyectando hacia una nueva normalidad, el 80,5% coincidió que aún con la pandemia les gustó vivir la experiencia del teletrabajo, y el 53,3% señaló que luego de que pasen los efectos del COVID-19, le gustaría seguir teletrabajando, siempre y cuando la empresa le dé las facilidades, el acompañamiento y la capacitación requeridos.