Para 2020 la CE estima un crecimiento negativo del PBI: -7,75%. Eso supera en mucho la contracción de -4,5% que marcó el peor año de la crisis financiera.
Es la primera evaluación que hace Bruselas del desastre que generó el Covid-19 desde su aparición. En febrero la Comisión esperaba para este año un crecimiento de 1,2%. Pero no todos los estados van a sufrir el mismo grado de recesión.
La cifra de -7,75% está basada en el resultado más benigno, en el que las economías vayan gradualmente reanudando la actividad económica y las medidas de aislamiento y que el virus no vuelva con toda su fuerza. Pero si hay contratiempos y aumentan las tasas de infección, la comisión modeló dos escenarios : uno en el que la producción cae 15,5% en 2020 y otro con una declinación de 10% en el PBI si la segunda ola del virus ataca en el invierno.
La recuperación. Los integrantes de la Comisión admiten que si bien la crisis sanitaria es un shock “simétrico” que requiere que todos los gobiernos comunitarios unan sus esfuerzos fiscales, el pronóstico sugiere que a pesar de que el desafío es el mismo para todos el impacto económico será muy diferente entre los miembros. Polonia y Alemania podrían recuperar para fin del año que viene toda la producción perdida. No ocurrirá lo mismo en Italia, España y Países Bajos, cuyas economías serán en 2021 2% más pequeñas de lo que eran antes de la pandemia. Esas diferencias, advierte, podrían amenazar la estabilidad de la Unión Monetaria.