Así lo indica el más reciente informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
“Según cifras del INDEC, la deuda externa bruta total a fines del primer semestre de 2019 ascendía a US$ 283.567 millones. Como a fines de 2015 era de 157.792 millones, se verificó un incremento de 80% en cuatro años”, subraya Víctor Beker, director del CENE. “El 62% de la deuda corresponde al sector Gobierno”, añade.
“La deuda bruta de la Administración Central en moneda extranjera, según los datos de la Secretaría de Hacienda, ascendía a US$ 216.957 millones a fines del primer semestre del corriente año. En tanto, el equivalente de unos US$ 118.000 millones totalizaba la deuda denominada en pesos”, continúa el economista.
“Del total de la deuda de la Administración Central, un 37% corresponde a organismos del sector público como la ANSES, el PAMI y el Banco Nación; un 20,2%, a organismos multilaterales y bilaterales como el FMI, el Banco Mundial y el BID, y un 42,8% al sector privado. Si se deja de lado la deuda intra-sector público, hay entonces US$ 68.000 millones adeudados a organismos internacionales y 144.000 millones, a acreedores privados”, explica Beker.
“En 2020 vencen unos US$ 23.000 millones de dólares de deuda con el sector privado y poco más de 4.000 millones con organismos internacionales, en concepto de amortización de capital. Los pagos de intereses serían, respectivamente, de 9.000 millones y de unos 2.800 millones. Sin embargo, los vencimientos de capital en moneda extranjera con privados son de un poco más de 10.000 millones, y en concepto de intereses, de unos 5.600 millones”, sigue el especialista.
“Dado un nivel de reservas de libre disponibilidad del orden de los US$ 10.000 millones y un déficit fiscal no inferior al 4% del PBI, no parece posible otra alternativa que una reestructuración de los pasivos del fisco. Ello implicará probablemente extensión de plazos y quita de capital en la deuda con privados, y estiramiento de plazos de la deuda con el FMI”, completa.