Victorinox, un ejemplo de supervivencia
Las restricciones que impusieron las aerolíneas luego del ataque a las torres gemelas le asestaron un golpe de muerte. Pero la empresa superó el mal momento con originalidad y sin echar a uno solo de sus empleados.
2 enero, 2011
<p>Fundada en 1884 en Ibach, un pequeño pueblo en el cantón alemán de Suiza, Victorinox es una marca famosa en todo el mundo por su producto principal – la navaja multiuso. Surgió de la mano de Karl Elsener como respuesta a las difíciles condiciones económicas de los años 1880 que estaban obligando a emigrar a tantos suizos. Elsener se propuso generar empleo de largo plazo a sus compatriotas. Ese objetivo fue y sigue siendo el alma de la cultura de la empresa.<br />
<br />
Victorinox creció sistemáticamente desde entonces gracias a la alta calidad de sus productos y al compromiso de su personal. Carl Elsener, director ejecutivo y biznieto del fundador, explica que la empresa, en sus 80 años de vida, no despidió nunca a ningún empleado por razones económicas. <br />
<br />
Después de las ataques de septiembre 2001 a las torres gemelas en Nueva York, las nuevas reglamentaciones de seguridad impuestas por las aerolíneas en todo el mundo prohibieron a los pasajeros llevar todo tipo de objeto cortante a bordo del avión. Eso significó una gran pérdida para la compañía pues las ventas de instrumentos de bolsillo en aeropuertos eran un canal muy importante y una gran fuente de ingreso. Las ventas también cayeron en el mercado empresarial, que hasta ese momento elegía la famosa multinavaja como un preciado regalo empresario. A comienzos de 2002, las ventas de Victorinox habían caído 30% en apenas tres meses. <br />
<br />
La compañía temía—con razón – que la repentina declinación en ingresos no fuera pasajera sino permanente. Necesitaba encontrar una manera de sobrevivir sin perder el personal que ya le estaba sobrando. <br />
Y así fue: no despidieron a nadie sino que tomaron una serie de otras medidas. <br />
<br />
Dejaron de contratar personal, cancelaron las horas extras y redujeron los turnos en 15 minutos. Invitaron a sus empleados a tomarse sus vacaciones, a veces antes de lo que le correspondían. Los gerentes contactaron a otras empresas de la región de Ibach para preguntar si necesitaban trabajadores altamente calificados por algunos meses. De esa manera, mantuvo a todos los empleados en su propia nómina mientras prestaba a muchos empleados a otras empresas durante seis meses o más.<br />
<br />
Las medidas de emergencia tuvieron vigencia durante casi dos años. Mientras tanto, Victorinox aceleró inversiones en nuevos productos (como relojes pulsera para vender en aeropuertos en lugar de las famosas navajas) y nuevos mercados (Rusia, India y China) para reducir su dependencia de un solo producto y canal de ventas. <br />
<br />
Con esas medidas no solamente sobrevivió la crisis del 2001 sino que además afianzó la lealtad de su fuerza laboral y se diversificó en varias líneas de productos, que incluía relojes, equipos para viajes, perfumes y moda– muchos de los cuales se vendían en sus tradicionales locales de aeropuerto. Esas nuevas líneas de productos seguían llevando en alto la imagen de gran calidad de la marca Victorinox y representaron hasta 60% de la composición de los ingresos de la compañía en 2009. <br />
<br />
El secreto de su éxito se encuentra en la coherencia que demostró tanto en los buenos tiempos como en los malos.</p>
<p><br />
</p>