La colección fue puesta en venta por un experto informático residente en Milán, como mandatario de esa amiga personal. La fecha indica que Eva se sabía próxima a morir y no confiaba en su esposo ni en su hermano Juan. Sea como fuere, hay demasiados aspectos que suenan fantasiosos.p>
La base inicial ascendía a unos US$ 4.000.000, pero la puja podìa llegar a alrededor de diez millones al momento del cierre, suponían tasadores de Christie’s. La cotización en dólares -no en euros- sugiere que la poseedora reside no en Italia, sino en la Suiza italiana.Por otra parte ¿qué joyero u operador serio compraría algo así por Internet?
Según prescribe la carta, “lo obtenido por estas joyas debe ir a beneficencia”. En apariencia, ese destino ha debido esperar casi 55 años. Quizás, a la muerte de la legataria original, como sospechan algunos medios. Por otra parte, sorprende el silencio de la prensa argentina al respecto.
De acuerdo con el “Corriere della sera”, Eva Duarte coleccionaba esmeraldas desde muy joven. “La primera piedra se la regaló un primo”, señala el diario. Pero una cosa es una sola esmeralda y otra, muy distinta, 250 cuya procedencia no ha sido aún explicada por el mandatario de la subasta. También era extraño que, al domingo último, no hubiesen aparecido interesados explícitos. Hay otro interrogante: si, como es de suponer, buena parte de las esmeraldas le fue obsequiada cuando era la esposa de Juan Domingo Perón, se trata de regalos que debieran volver al estado argentino.
La colección fue puesta en venta por un experto informático residente en Milán, como mandatario de esa amiga personal. La fecha indica que Eva se sabía próxima a morir y no confiaba en su esposo ni en su hermano Juan. Sea como fuere, hay demasiados aspectos que suenan fantasiosos.p>
La base inicial ascendía a unos US$ 4.000.000, pero la puja podìa llegar a alrededor de diez millones al momento del cierre, suponían tasadores de Christie’s. La cotización en dólares -no en euros- sugiere que la poseedora reside no en Italia, sino en la Suiza italiana.Por otra parte ¿qué joyero u operador serio compraría algo así por Internet?
Según prescribe la carta, “lo obtenido por estas joyas debe ir a beneficencia”. En apariencia, ese destino ha debido esperar casi 55 años. Quizás, a la muerte de la legataria original, como sospechan algunos medios. Por otra parte, sorprende el silencio de la prensa argentina al respecto.
De acuerdo con el “Corriere della sera”, Eva Duarte coleccionaba esmeraldas desde muy joven. “La primera piedra se la regaló un primo”, señala el diario. Pero una cosa es una sola esmeralda y otra, muy distinta, 250 cuya procedencia no ha sido aún explicada por el mandatario de la subasta. También era extraño que, al domingo último, no hubiesen aparecido interesados explícitos. Hay otro interrogante: si, como es de suponer, buena parte de las esmeraldas le fue obsequiada cuando era la esposa de Juan Domingo Perón, se trata de regalos que debieran volver al estado argentino.
