En el hemisferio boreal está llegando el verano y la moda impone lo que en inglés llaman LSD, o “Long- Sleeved Dress”, una extraña forma de moda que usan con entusiasmo desde Nicole Kidman hasta la duquesa de Cambridge.
Durante muchos años los primeros solcitos de la primavera enviaban a millares de mujeres al gimnasio para ejercitar los músculos y prepararlos para mostrarse fuertes. Los modelos máximos eran Michelle Obama y Madonna.
Este año, en cambio, la moda es el LSD, que incluso debería llamarse LLSD, porque también la falda es larga, bastante por debajo de la rodilla. Eso significa una verdadera liberación para todas aquellas mujeres cuyas rodillas no se ajustan al irreal ideal de belleza que imponen las revistas de moda.
Este verano, entonces, los vestidos de verano serán a media pierna, con mangas cortas, tres cuartos o largas y se usarán con sandalias chatas o zapatillas blancas. Se aceptarán las sandalias o zapatos con tacos anchos para quienes quieran aumentar altura, pero el taco aguja definitivamente dará un anticuado estilo de casamiento ochentoso.