US$ 7 millones para que Lachlan Murdoch tenga empleo
Iliria abarcaba las actuales Albania y Dalmacia. Illyria es una pequeña financiera que Rupert Murdoch le puso en Sydney a su hijo mayor, Lachlan, para sacárselo de encima.
Pero el magnate australiano de ultraderecha no pensaba en geografía grecorromana, sino en William Shakespeare. “Illyria” es el reino imaginario de la “Duodécima noche”. Tampoco puede decirse que el “rebelde de los Murdoch” viva como un pobre de solemnidad: su nueva mansión campestre le costó a papá casi seis millones de dólares.
Reside allá en compañía de su esposa Sarah y su hijo Kalan. La dama debió exilarse a Nueva Gales del Sur tras perder una guerra con su suegra china. Botín: la herencia de Rupert y el poder en News Corporation. Si sobrevive al creador y rey absoluto.
Medios financieros australianos y estadounidenses tomaron en broma el “pacto de no competencia” entre Lachlan y Rupert. Mayormente, porque el padre puso los siete millones que el hijo necesitaba para instalar la financiera. Un periódico de Adelaida, de cuya región procede el clan Murdoch, sugirió que una cadena de restaurantes o una serie estilo “Dinastía” habrían sido mejores inversiones.
“Illyria” se registró preventivamente a principios de agosto, poco después de anunciarse la renuncia de Lachlan y otros ejecutivos de News Corp. Tras las vacaciones estivales en Tahití –otro ejemplo de austeridad franciscana- Lachlan formalizó la razón social ante la comisión de valores australiana. Su titular es presidente de junta, director ejecutivo y secretario de actas. “Sólo le falta hacer de recepcionista”, ironizó un diario de Sydney, “Los Murdoch pierden en seriedad más rápido que George W.Bush en imagen pública”, señalaba el aleman “Die Welt”,
Pero el magnate australiano de ultraderecha no pensaba en geografía grecorromana, sino en William Shakespeare. “Illyria” es el reino imaginario de la “Duodécima noche”. Tampoco puede decirse que el “rebelde de los Murdoch” viva como un pobre de solemnidad: su nueva mansión campestre le costó a papá casi seis millones de dólares.
Reside allá en compañía de su esposa Sarah y su hijo Kalan. La dama debió exilarse a Nueva Gales del Sur tras perder una guerra con su suegra china. Botín: la herencia de Rupert y el poder en News Corporation. Si sobrevive al creador y rey absoluto.
Medios financieros australianos y estadounidenses tomaron en broma el “pacto de no competencia” entre Lachlan y Rupert. Mayormente, porque el padre puso los siete millones que el hijo necesitaba para instalar la financiera. Un periódico de Adelaida, de cuya región procede el clan Murdoch, sugirió que una cadena de restaurantes o una serie estilo “Dinastía” habrían sido mejores inversiones.
“Illyria” se registró preventivamente a principios de agosto, poco después de anunciarse la renuncia de Lachlan y otros ejecutivos de News Corp. Tras las vacaciones estivales en Tahití –otro ejemplo de austeridad franciscana- Lachlan formalizó la razón social ante la comisión de valores australiana. Su titular es presidente de junta, director ejecutivo y secretario de actas. “Sólo le falta hacer de recepcionista”, ironizó un diario de Sydney, “Los Murdoch pierden en seriedad más rápido que George W.Bush en imagen pública”, señalaba el aleman “Die Welt”,
