La Haya falló contra los planteos argentinos sobre las pasteras
No obstante, el gobierno de Buenos Aires lo tomó con calma y se muestra interesado en otra solicitud de suspensión. El problema mayor es que Gualeguaychú vuelva a bloquear puentes y otras tácticas ilegales.
La clave reside en un comunicado de cancillería donde se celebra la invitación del tribunal a realizar nuevas presentaciones. El presidente Néstor Kirchner, en cambio, prefirió el silencio; por lo menos hasta anoche.
En primer término, la declaración entregada a los medios subraya destacó que la decisión “no prejuzga sobre el fondo de la controversia”. Agrega que el gobierno se halla satisfecho, pues la corte internacional ofreció garantías de disponer el desmantelamiento de las plantas si, durante la ulterior substanciación del caso, se demostrara que causan daño ambiental irreparable.
Ello explica que el tribunal sugiera elevar nueva solicitud de suspensión de las obras, si se demuestra que los riesgos para los ríos Uruguay y Ngero, más sus cuencas. así los justifican. Nada de eso evita que varios analistas objeten algunos defectos jurídicos del planteo argentino.
De hecho, los propios ambientalistas de Gualeguaychú habían advertido, la semana pasada, que –ante una resolución adversa- le pedirán al gobierno que vuelva a insistir con la medida cautelar. Pero mejor argumentada. Eso sí, llama la atención el cauto silencio presidencial.
La clave reside en un comunicado de cancillería donde se celebra la invitación del tribunal a realizar nuevas presentaciones. El presidente Néstor Kirchner, en cambio, prefirió el silencio; por lo menos hasta anoche.
En primer término, la declaración entregada a los medios subraya destacó que la decisión “no prejuzga sobre el fondo de la controversia”. Agrega que el gobierno se halla satisfecho, pues la corte internacional ofreció garantías de disponer el desmantelamiento de las plantas si, durante la ulterior substanciación del caso, se demostrara que causan daño ambiental irreparable.
Ello explica que el tribunal sugiera elevar nueva solicitud de suspensión de las obras, si se demuestra que los riesgos para los ríos Uruguay y Ngero, más sus cuencas. así los justifican. Nada de eso evita que varios analistas objeten algunos defectos jurídicos del planteo argentino.
De hecho, los propios ambientalistas de Gualeguaychú habían advertido, la semana pasada, que –ante una resolución adversa- le pedirán al gobierno que vuelva a insistir con la medida cautelar. Pero mejor argumentada. Eso sí, llama la atención el cauto silencio presidencial.
