Aunque también defiende la libertad de expresión y habilita a los hombres a elaborar sus propios ideales sobre lo que realmente es “ser un hombre”, a tono con una gran redefinición de la masculinidad en amplios sentidos muy propia de estas épocas. Esta es una investigación de la consultora Trendsity que dirige Mariela Mociulsky.
Faculty por ejemplo, marca de cosméticos solo para hombres, pone foco en un “kit diario de cuidado de la piel y uñas” para un consumidor moderno, urbano que busca correr los límites, un fenómeno creciente pero que aún no se convierte en mainstream.
La tendencia alcanza hasta bases y rubores que muchos hombres utilizan para ocasiones como fiestas, eventos sociales pero también reuniones de trabajo. Muy interesante es el hecho que en estos tiempos hiper mediados por la tecnología los hombres quieren lucir mejor para selfies y hasta zooms, donde la pantalla les devuelve constantemente el reflejo de como lucen.
Esta “tercera ola” aún recorre el territorio de “los innovadores” para luego pasar a los early adopters y más tarde llegar a públicos más masivos. Si bien hay un mercado, probablemente esta disrupción necesite de un vector que impulse aún más la tendencia, que puede venir del lado de la Generación Z, con menos prejuicios y que deja de lado las segmentaciones de género en los productos, incluidos los cosméticos.
De cualquier manera, hay señales de cambio: la cadena de farmacias estadounidense CVS anunció recientemente que llevó la marca de cosméticos para hombres Stryx a 2.000 tiendas, lo que para una tienda masiva es un gran jugada.
A escala mundial, el mercado de aseo masculino creció un 5,2% en 2019 hasta un total de US$ 53.600 millones, y se informó de un crecimiento en todas las regiones, según Euromonitor International.
Biotherm, Natura o L´Oreal han reforzado las líneas de productos dedicados a este segmento. La compañía de cosméticos Lidherma muestra rutinas masculinas en Instagram; influenciadores como Lucas Ponti se encargan de evangelizar respecto al cuidado de la piel.
Con una previsión de alcanzar los US$ 166.000 millones en 2022, el mercado del cuidado personal masculino definitivamente representa una gran oportunidad para las marcas que desean evolucionar junto con los cambios de hábitos y valores de sus consumidores.