Una banana con cáscara comestible

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La obtienen en jaón cambiando drásticamente las temperaturas del ambiente.

La mayoría de las bananas del mundo crecen en temperaturas tropicales que permanentemente oscilan alrededor de los 27°C.  D&T Farms  en el sur de Japón, en cambio, mantiene sus bananos  a la gélida temperatura de -60°C. Luego los agricultores replantan los árboles en un ambiente de -62. El resultado de ests temperaturas tan disparatadamente diferentes es suficiente para provocar que las plantas entren en un estado de rápido crecimiento y que su cáscara, por no haber terminado de madurar, sea delgada, suave y lo suficientemente dulce como para que se la pueda comer junto con la parte normal de la fruta.

 

Este extraño modo de producción se llama “congelar, descongelar y despertar” y resulta en una banana que se puede comer en su totalidad.

 

La fruta se llama banana Mongee y se vende en forma muy exclusiva. Cuesta US$ 6 la unidad. La oferta es extremadamente limitada pero la firma busa expandirse y busca nuevos productores.

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