Eso, en parte, se debe a que las marcas, con su dominio de las redes sociales, están apelando a una base de clientes que sigue dispuesta a gastar.
Las tendencias detrás de la bonanza
La pandemia redujo los lugares adonde ir, pero no impidió que la gente deseara ponerse glamorosa. Según una investigación realizada por McKinsey, la industria de la belleza está aventajando a muchas de sus pares que también dependen de la venta minorista. Y crece porque sus marcas son relevantes (el verse bien nunca pasa de moda), dominan las redes sociales y atraen a los millennials y la Generación Z , todos muy dispuestos a gastar.
La pandemia aceleró esas tendencias, pero ya estaban instaladas antes de que llegara. Una de las principales áreas de crecimiento es el cuidado de la piel. Los productos en esta categoría están creciendo más que los lápices para labios y las bases de maquillaje. En Estados Unidos, la venta de cremas para la piel crecieron 5% en 2019, pero las de lápices de labios cayeron 49%.
Los consumidores cada vez se informan más sobre productos en la redes sociales. Para atraer a la base de clientes de los millennials o de la Generación Z, las marcas están poniendo sus mensajes de marketing en manos de influencers. Otras recurren a las redes sociales para hacer ventas directas al consumidor.
Hacia delante, la tecnología está creciendo en importancia para el sector belleza en momentos en que las pruebas físicas de los productos se ve limitada o es inconveniente. Uno de los líderes es Modiface, una app de realidad aumentada para probar maquillaje. Fue comprada por L’Oreal en 2018 y tiene como clientes a 55 de las principales marcas de productos de belleza. Últimamente, incorporó a Google.