La creciente demanda se basa en que las personas se mudan por trabajo -30 millones al año-, por estudios, jubilación, porque tienen cada vez más cosas y no caben en la casa o porque se achican y le sobran pertenencias y necesitan un lugar seguro y acondicionado para depositar esos bienes. Esta actividad –storage– se hizo conocida fuera de Estados Unidos gracias a una serie de televisión donde se subastan los bienes que sus dueños han abandonado en los depósitos o porque no pagan su alquiler.
Los storages son ahora parte de la economía, del modo de vida norteamericano y generan ingresos anuales por US$ 39.500 millones. Durante el último medio siglo, a pesar de las recesiones, los cambios demográficos y la actual pandemia, el sector ha demostrado ser una de las inversiones más seguras y de mayor rendimiento en el sector inmobiliario.
De simple depósito a una gran oportunidad
Por su bajo costo de mantenimiento y alto rendimiento, en los últimos años la actividad de self storages se está expandiendo al resto del mundo a medida que más países comienzan a desarrollar su economía como ocurrió en Estados Unidos en el último medio siglo.
Todas estas características convierten a estos lugares en una oportunidad de inversión única por rentabilidad, seguridad y sobretodo facilidad de entrada y salida. Se puede acceder como inversionista comprando unidades con un título de propiedad individual. Los valores de ingreso parten desde US$ 12.000. cada uno, con un rendimiento asegurado neto de gastos, seguros, e impuestos del 5.5% anual por alquileres. A eso se suma la apreciación, en dólares, de un sector que viene valorándose continuamente en las últimas décadas.
Marcos Victorica, economista y CEO de Best American Storage comenta “entre los inversores se encuentran aquellos que compran de manera directa, pequeños inversores, brokers inmobiliarios o asesores financieros para la cartera de sus clientes; el tipo de comprador es amplio ya que es una inversión segura, rentable y de bajo riesgo. El 20 % de las personas que invirtieron con nosotros en la industria, volvieron a hacerlo recientemente; esto muestra su satisfacción. También los que han necesitado salir lo han hecho en pocas semanas, cosa difícil de lograr en otras propiedades en la actualidad”.
30 millones de americanos son usuarios de self storage y los 58.000 edificios de almacenamiento que existen, tienen un 90% de ocupación promedio en todo los Estados Unidos. Hay más edificios de storage que todos los restaurantes de Mc Donalds y Starbucks juntos, un producto de consumo masivo.
El sector ha sido calificado recientemente por Wall Street como “industria a prueba de recesiones”, lo que en la actualidad y debido a la alta volatilidad de los mercados internacionales la vuelve una inversión atractiva para quienes tienen ahorros y no quieren perderlos en un mercado incierto, prefiriendo la tranquilidad de tener un título de propiedad y una renta asegurada, afirma el emprendedor argentino creador del concepto de Condo Storage.
De Estados Unidos al mundo
En el año 2018, el 90% del inventario total de self storage se encontraba en los Estados Unidos, lo que lo convierte en el mayor mercado del mundo.
Actualmente, según la Federación de la Asociación Europea de Self-Storage, existen aproximadamente 2.600 instalaciones en toda Europa. La tendencia también está avanzando en América latina, con mayor penetración en México y Brasil. América latina se ha convertido en una región de crecimiento dinámico en el mundo con una economía de US$ 4.8 billones, 600 millones de ciudadanos involucrados y una clase media en crecimiento.
La demanda por espacio de almacenamiento es muy estable, el usuario cuando se siente conforme con el servicio lo toma como una cuota mensual, estando dispuestos a aceptar ligeros aumentos en el precio con tal de no trasladar sus posesiones a otro lugar.
En Argentina, ya se pueden ver varias empresas que se dedican al almacenamiento, alquilando espacios de guardado, tanto para uso personal como empresarial.
Sin dudas el self storage se convertirá en todo el mundo en una comodidad más para las familias, y abonar su costo será tan común como pagar el abono de wi-fi , con la ventaja de poder reducir dormitorios o espacios en el hogar que representan una inversión improductiva. Es por ello que no solo se propone con esto una inversión fácil de realizar, que no requiere una suma inmensa de dinero, rentable y de bajo riesgo, sino el acceso a un mercado con un potencial de crecimiento que recién comienza.