Un salón inmenso de 350 metros cuadrados en el que los diseños de Milo Lockett cubren casi todas las superficies de piso a techo. El bar busca fundir el arte y la gastronomía de todas las formas posibles: cartas, paredes, platos, objetos. Todo está pintado por los personajes y colores característicos del artista.
En cuanto a la comida, Milo Lockett Bar tiene una oferta que despliega appetizers, como por ejemplo la textura de hongos ($ 140) o Camembert con almendras y nueces caramelizadas ($ 130); Rollitos crujientes de cordero ($ 140) o una tabla Lockett, para dos, que trae un viaje por los sabores de las sierras y el mar argentinos ($ 420). También hay ensaladas como la de quínoa crocante con pollo ($ 140) o la de rúcula y queso de cabra con palta, manzanas verdes y almendras caramelizadas ($ 145). Las hamburguesas no pueden faltar, elaboradas con carnes Premium, entre las que se destaca la Milo Burger, con queso brie, morrones asados, rúcula, hongos y crispy bacon ($ 160) o la de cordero, con tomates confitados, aceitunas negras, vegetales grillados y queso fundido ($ 170). También hay de jabalí y ciervo, que vale la pena probar. Entre los principales hay distintas opciones, como la pesca del día con risotto trufado con emulsión de rúcula ($ 220) y dos opciones interesantes, como el mix de mar y de tierra, con un poquito de todo ($260/$ 280). De dulce, pruebe el Tres Leches, un postre tradicional de Colombia, riquísimo.
El bar es protagonista no sólo para los que no toman alcohol con sus originales jugos de frutas y verduras que se hacen en el momento. La carta de tragos es amplia, está dividida por sabores: dulce y cítrico, dulce y fresco, amargos, frescos y picantes; secos. Nos quedamos con los clásicos Manhattan, Negroni o Dry Martini, bien hechos ($110 precio promedio).
Milo Lockett Bar
Costa Rica 5560. De lunes a miércoles, de 12 a 2 de la mañana.
De jueves a sábados, de 12 a 4 de la mañana y los domingos, de 12 a 2.