Gracias a las nuevas tecnologías, puede haber hasta 50 y 90% de productos
sintéticos en la composición de un perfume de calidad. Algo parecido
a lo que ocurre con la ropa, donde hoy es raro encontrar algodón que
no contenga alguna proporción de lycra.
Los fabricantes de esencias – Symrise (Alemania); Givaudan (Suiza); International
Flavors and Fragrances (I.F.F., Estados Unidos); y Takasago (Japón) gastan
fortunas en investigación para descubrir lo que denominan "moléculas
de olores", patentarlas y luego venderlas. Las moléculas patentadas
reciben el nombre de "cautivas". Y los aromas de esas cautivas son
fundamentales para la fabricación de los aproximadamente 600 perfumes
que salen a la venta cada año y de otros productos perfumados, como jabones
o desodorizantes de ambientes.
Una de esas moléculas cautivas, con el nombre comercial de Thesaron,
es el ingrediente esencial de un nuevo perfume llamado "Silver Shadow
Altitude" lanzado por Davidoff, una marca perteneciente a Coty. Según
Jean Jacques, el perfumista número uno de Takasago, Thesaron es menos
costoso que su equivalente natural (las acetonas rosa) y puede usarse en cantidades
ilimitadas porque no genera la reacción alérgica de las acetonas
en altas dosis.
Además de la posibilidad de recrear olores que se encuentran en la naturaleza
las cautivas permiten a los perfumistas crear otros totalmente desconocidos.
Ned Polan, vicepresidente de investigaciones en I.F.F. dice que "mientras
no hay colores nuevos para ver y muy pocos sonidos nuevos para escuchar, nosotros
estamos creando olores nuevos nadie jamás había olido antes. Es,
como si una fabricante de pinturas pudiera crear una nueva tonalidad de azul."
Givaudan produce materias primas naturales y sintéticas para perfumería
y contrata perfumistas que gustan de esos esos materiales para hacer fragancias.
En 2006 sus ventas ascendieron a 2.900 millones de francos suizos (US$ 2.900
millones) y el crecimiento de su división de fragancias finas – que ese
año hizo perfumes para Yves Saint Laurent, Burberry, Tom Ford y Hugo
Boss – fue alimentado por moléculas cautivas.Givaudan comenzó
a crear moléculas en 1902 y hoy tiene 50 investigadores dedicados a la
búsqueda de nuevas cautivas.
Como Pfizer, Laboratorios Abbott o Novartis, el informe anual de Givaudan incluye
en forma destacada su lista de nuevas patentes: "Tres nuevas moléculas
fueron incorporadas a la paleta de los perfumistas en la primera mitad de 2007.
Zinarine, con notas de verde natural y hojas de tomate, con extractos de menta,
higo y jacinto; petitgrain Paradisamide, una nota duradera de fruta tropical
fresca con dejos de pomelo, ruibarbo y casis; y Florymoss, una nota floral,
verde y musgosa que combina bien con acordes florales, frutales y especiados."
Como ocurre con otros fabricantes de esencias, Givaudan no aclara qué
proporción de su investigación está dedicada a crear cautivas,
pero el total de su presupuesto en 2007 fue de 371 millones de francos suizos.
Según Kate Green, vicepresidenta de marketing, Givaudan se ha convertido
en el principal productor de cautivas; sus creadores incluyen la cautiva ambar
ketal en Acua di Gio de Armani y Polo Blue de Ralph Lauren.
Cada año los científicos de Givaudan desarrollan más de
2.000 moléculas nuevas. Luego de la evaluación de esencia, estudios
de síntesis y testeo de toxicidad, "sólo tres o cuatro por
año son seleccionadas para lanzamiento", dice Greene. "Pero
son cruciales, pues aportan novedad a las paletas de nuestros perfumistas",
lo cual, a su vez, lleva innovación a las marcas de nuestros clientes".
Takasago acaba de reorganizar sus dos principales centros de investigación
química en Japón y Estados Unidos. Uno de sus científicos,
Ryoji Noyori, compartió el Premio Nobel en química en 2001 por
su trabajo en la síntesis de nuevas cautivas.
La cautiva Hindanol de Takasago está presente en el aroma del producto
autobronceante Holiday Skin de Johnson & Johnson. Huele a sándalo,
pero logra lo que ningún sándalo natural puede. El natural es
pesado y sólo puede ser usado como "nota de base" en un perfume,
pues se huele sólo después que se han difundido las moléculas
más livianas. El Hindanol, en cambio, tiene mucho poder de difusión
y por eso puede ser usado como "nota final" permitiendo al usuario
oler sándalo donde con el natural no podría.
Cada molécula es evaluada por su posible uso comercial y cvada una debe
pasar pruebas toxicológicas. Las seleccionadas para proceso de patentamiento
son presentadas ante las oficinas habilitadas en todo el mundo y las respuestas
pueden tardar entre seis meses y varios años.
En Estados Unidos, las patentes tienen una vigencia de 17 años, pero
después de los primeros 10, sus dueños por lo general vendencautivas
a sus competidores, sacrificando exclusividad pero generando ora corriente de
ingresos.
Gracias a las nuevas tecnologías, puede haber hasta 50 y 90% de productos
sintéticos en la composición de un perfume de calidad. Algo parecido
a lo que ocurre con la ropa, donde hoy es raro encontrar algodón que
no contenga alguna proporción de lycra.
Los fabricantes de esencias – Symrise (Alemania); Givaudan (Suiza); International
Flavors and Fragrances (I.F.F., Estados Unidos); y Takasago (Japón) gastan
fortunas en investigación para descubrir lo que denominan "moléculas
de olores", patentarlas y luego venderlas. Las moléculas patentadas
reciben el nombre de "cautivas". Y los aromas de esas cautivas son
fundamentales para la fabricación de los aproximadamente 600 perfumes
que salen a la venta cada año y de otros productos perfumados, como jabones
o desodorizantes de ambientes.
Una de esas moléculas cautivas, con el nombre comercial de Thesaron,
es el ingrediente esencial de un nuevo perfume llamado "Silver Shadow
Altitude" lanzado por Davidoff, una marca perteneciente a Coty. Según
Jean Jacques, el perfumista número uno de Takasago, Thesaron es menos
costoso que su equivalente natural (las acetonas rosa) y puede usarse en cantidades
ilimitadas porque no genera la reacción alérgica de las acetonas
en altas dosis.
Además de la posibilidad de recrear olores que se encuentran en la naturaleza
las cautivas permiten a los perfumistas crear otros totalmente desconocidos.
Ned Polan, vicepresidente de investigaciones en I.F.F. dice que "mientras
no hay colores nuevos para ver y muy pocos sonidos nuevos para escuchar, nosotros
estamos creando olores nuevos nadie jamás había olido antes. Es,
como si una fabricante de pinturas pudiera crear una nueva tonalidad de azul."
Givaudan produce materias primas naturales y sintéticas para perfumería
y contrata perfumistas que gustan de esos esos materiales para hacer fragancias.
En 2006 sus ventas ascendieron a 2.900 millones de francos suizos (US$ 2.900
millones) y el crecimiento de su división de fragancias finas – que ese
año hizo perfumes para Yves Saint Laurent, Burberry, Tom Ford y Hugo
Boss – fue alimentado por moléculas cautivas.Givaudan comenzó
a crear moléculas en 1902 y hoy tiene 50 investigadores dedicados a la
búsqueda de nuevas cautivas.
Como Pfizer, Laboratorios Abbott o Novartis, el informe anual de Givaudan incluye
en forma destacada su lista de nuevas patentes: "Tres nuevas moléculas
fueron incorporadas a la paleta de los perfumistas en la primera mitad de 2007.
Zinarine, con notas de verde natural y hojas de tomate, con extractos de menta,
higo y jacinto; petitgrain Paradisamide, una nota duradera de fruta tropical
fresca con dejos de pomelo, ruibarbo y casis; y Florymoss, una nota floral,
verde y musgosa que combina bien con acordes florales, frutales y especiados."
Como ocurre con otros fabricantes de esencias, Givaudan no aclara qué
proporción de su investigación está dedicada a crear cautivas,
pero el total de su presupuesto en 2007 fue de 371 millones de francos suizos.
Según Kate Green, vicepresidenta de marketing, Givaudan se ha convertido
en el principal productor de cautivas; sus creadores incluyen la cautiva ambar
ketal en Acua di Gio de Armani y Polo Blue de Ralph Lauren.
Cada año los científicos de Givaudan desarrollan más de
2.000 moléculas nuevas. Luego de la evaluación de esencia, estudios
de síntesis y testeo de toxicidad, "sólo tres o cuatro por
año son seleccionadas para lanzamiento", dice Greene. "Pero
son cruciales, pues aportan novedad a las paletas de nuestros perfumistas",
lo cual, a su vez, lleva innovación a las marcas de nuestros clientes".
Takasago acaba de reorganizar sus dos principales centros de investigación
química en Japón y Estados Unidos. Uno de sus científicos,
Ryoji Noyori, compartió el Premio Nobel en química en 2001 por
su trabajo en la síntesis de nuevas cautivas.
La cautiva Hindanol de Takasago está presente en el aroma del producto
autobronceante Holiday Skin de Johnson & Johnson. Huele a sándalo,
pero logra lo que ningún sándalo natural puede. El natural es
pesado y sólo puede ser usado como "nota de base" en un perfume,
pues se huele sólo después que se han difundido las moléculas
más livianas. El Hindanol, en cambio, tiene mucho poder de difusión
y por eso puede ser usado como "nota final" permitiendo al usuario
oler sándalo donde con el natural no podría.
Cada molécula es evaluada por su posible uso comercial y cvada una debe
pasar pruebas toxicológicas. Las seleccionadas para proceso de patentamiento
son presentadas ante las oficinas habilitadas en todo el mundo y las respuestas
pueden tardar entre seis meses y varios años.
En Estados Unidos, las patentes tienen una vigencia de 17 años, pero
después de los primeros 10, sus dueños por lo general vendencautivas
a sus competidores, sacrificando exclusividad pero generando ora corriente de
ingresos.