La ciudad donde reina el número 11

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Desde hace 500 años el lugar muestra una extraordinaria alianza con ese número.

El número 11 está presente por todas partes en la ciudad de Solothurn, la más barroca de toda Suiza, situada a unos 30km de Berna.

 

Lo más curioso de esa ciudad es que desde hace más de 500 años ha fomentado una misteriosa relación con el número. En la pared occidental del banco de inversiones hay un reloj cuyo dial tiene 11 números, el 12 no está. A cada hora exacta sale el arlequín con el consabido martillo y golpea la hora correspondiente… solamente hasta las 11. Como es de esperar, nadie lo toma en cuenta para la hora. Sólo sirve para mostrar la antigua fascinación del lugar con el número 11.

 

Solothurn fue fundada por los romanos hace 2.000 años, pero muchos visitantes la ignoran debido a su proximidad con la capital, Berna. Tiene 11 iglesias, 11 capillas, 11 fuentes, 11 torres y 11 museos. Todo esto data del siglo 15.

 

En la catedral de Saint Ursus, el número 11 se repite por todas partes. Fue construida en 11 años por el arquitecto italiano Gaetano Matteo Pisoni, quien construyó el edificio con multitud de símbolos y señales. La escalinata que lleva a la fachada consta de tres tramos de 11 escalones cada uno. Flanqueando la escalinata hay dos fuentes clásicas, cada una con 11 bellos grifos que lanzan chorros de agua hacia piletas inferiores. En la torre, el carrillón tiene 11 campanas.

 

El gobierno del momento le había dado la orden de incluir el número 11… y él obedeció al pie de la letra. La catedral tiene 11 altares y los bancos están ordenados en grupos de 11.

 

Los lugareños conocen esto, pero nadie recuerda cómo o cuándo la ciudad se obsesionó tanto con ese número. Hay una leyenda popular que habla de duendes mágicos que bajaron de la montaña para alentar a los habitantes a que trabajaran duro para salir adelante. La adopción del número once, o “elf” en alemán, sería la ofrenda de los lugareños a los que consideran sus salvadores.

 

Otra explicación, más razonable, serían las connotaciones bíblicas del número. Para muchos habitantes, 11 es un número sagrado y profético. En numerología, el 11 es el más intuitivo de todos los números, asociado con la fe y la física.

 

Históricamente, se lo puede rastrear hasta la Baja Edad Media. En 1481 Solothurn pasó a ser el 11º cantón de la confederación suiza y para el siglo 16 el cantón había sido dividido en 11 protectorados. Además, la primera vez que aparece el número mencionado, en el año 1252, los gremios que votaron el primer concejo municipal, eligieron 11 miembros.

 

En la actualidad, a los niños que cumplen 11 años se les hace una celebración especial. La confitería Hofer – que está cumpliendo los 100 años de historia – hace para esa ocasión una barra de chocolate llamada 11-i.

 

Esta extraordinaria alianza con el número parece demasiado marcada para ser accidental.

 

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