¿Hacia adónde vamos? Repercusión social de la evolución tecnológica

En una investigación sobre desafíos sociales para los próximos 50 años encargada por el gobierno británico y realizada con participación de diversos grupos, surge, entre otras cosas, que el mundo podría estar poblado de robots inteligentes.

8 enero, 2007

El estudio forma parte del proyecto Horizon Scanning del gobierno británico,
un proceso por el cual la Comisión de Seguridad y Salud se asegura de estar
al tanto de los cambios, tendencias y desarrollos tecnológicos y científicos
a mediano y largo plazo que podrían tener un impacto en su capacidad para
actuar como ente regulador y promotor eficiente de la salud y seguridad en Gran
Bretaña. En el trabajo participaron también la organización
Outsights (consultora de gestión estratégico especializada
en asesorar para el futuro), Ipsos Mori Horizons (una nueva unidad dedicada
a ayudar a sus clientes a comprender y reaccionar ante los desafíos y oportunidades
que podrían afrontar en el futuro) y el Institute for the Future (una
ONG estadounidense que trabaja con organizaciones de todo tipo para ayudarlas
a tomar decisiones informadas sobre el futuro.

Dentro de 50 años nuestro mundo estará poblado de robots inteligentes
que podrían rebelarse contra los humanos, según el proyecto. La
amenaza terrorista contará con armas de destrucción masiva y el
famoso “Gran Hermano” nos observará desde todas partes. El
orden económico mundial deberá afrontar una profunda inestabilidad.
En el año 2010 habrá 45 millones de enfermos más de SIDA
y para 2016, 11 países africanos verán reducida la esperanza de
vida de sus habitantes a la edad de 30 años por los devastadores efectos
de esta enfermedad, para la que no se espera un remedio a corto plazo. En cuanto
a la inmigración, cada vez habrá mayores flujos de población
y mayor tasa de nacimientos, así como más resistencia cultural
a la integración. Estos son algunos de los escenarios que utilizará
el Gobierno británico para planificar su política.

El estudio se dividió en dos análisis; Sigma y Delta. Delta contiene
100 artículos breves en los que se exploran las perspectivas en el futuro
de la ciencia y la tecnología. El análisis Sigma contiene 146
artículos que identifican cuestiones y tendencias del futuro dentro de
un completo espectro de acciones públicas.

Ambos trabajos pretenden que el gobierno británico identifique los riesgos
y oportunidades por venir. Intentan explorar posibilidades que ayuden a las
autoridades a prepararse para el largo plazo y desarrollen políticas
y estrategias consecuentes.

Otro de los objetivos es lograr que los resultados se utilicen dentro del programa
Sciencehorizons del Department of Trade and Industry británico,
y que sirvan para considerar las implicancias profundas que tendrán la
ciencia y la tecnología en la sociedad durante las próximas décadas.

Algunas de las cuestiones que han salido a la luz en el análisis Sigma
señalan que en un futuro no muy lejano nuestro mundo podría estar
lleno de robots inteligentes, podría aprovecharse la energía lunar
y un ejército internacional mantendría la paz global. Por otro
lado, la ciencia seguirá aumentando nuestra esperanza de vida, y se diseñarán
productos que facilitarán la vida de los ancianos.

Algunas perspectivas no son buenas. El primer mundo encontrará la forma
de combatir el cambio climático que él mismo ha provocado, pero
los países pobres seguirán pagando las consecuencias. Asimismo,
continuará existiendo la amenaza terrorista, ahora con armas de destrucción
masiva, el “Gran Hermano” nos observará desde todos sitios
y los robots podrían rebelarse. El orden económico mundial deberá
afrontar una profunda inestabilidad.

Los delitos a través de Internet aumentarán, y habrá organizaciones
criminales activas on-line. El fraude (o suplantación de identidad para
realizar estafas) y el espionaje político serán algunos de los
delitos más frecuentes en la Red. Esto obligará a las empresas
a invertir grandes sumas de dinero en seguridad en Internet.

En salud, los expertos vaticinan que, en el año 2010, habrá 45
millones de enfermos más de SIDA, y la extensión de esta enfermedad
seguirá aumentando en India, China y Rusia.

Para 2016, 11 países africanos verán reducida la esperanza de
vida de sus habitantes a la edad de 30 años por los devastadores efectos
de esta enfermedad. No se espera que se descubra un remedio contra ella en un
plazo medio de tiempo.

En cuanto a la inmigración, cada vez habrá mayores flujos de
población y mayor tasa de nacimientos, así como más resistencia
cultural a la integración.

Políticas de integración inadecuadas o poco efectivas se combinarán
para aumentar la segregación de las comunidades minoritarias en los países
occidentales. Las grandes ciudades serán las más afectadas.

Un cambio importante vendrá de la mano del desarrollo tecnológico:
la mejora y la velocidad de las comunicaciones aumentará el número
de gente que trabaja desde su casa a tiempo completo o parcial, algo que reducirá
la necesidad de los espacios de oficinas. En consecuencia, se modificarán
el horario laboral, los costos laborales y el impacto medioambiental derivado
de los transportes a los centros de trabajo.

Hasta podría cambiar la estructura de las ciudades al reducirse la demanda
de espacios céntricos para oficinas y la desaparición de los barrios
circundantes, dado que ya no será necesario estar a una distancia medianamente
cercana de un centro de trabajo.

El análisis combina así numerosos temas sociales que intentan
“adelantarse” a nuestra época para dilucidar lo que se avecina:
aumento del individualismo y reducción de la cohesión social,
turismo global, incremento de la educación infantil en los propios hogares,
declinación de los estados seculares y desarrollo de las comunidades
virtuales, son otras cuestiones evaluadas.

El estudio forma parte del proyecto Horizon Scanning del gobierno británico,
un proceso por el cual la Comisión de Seguridad y Salud se asegura de estar
al tanto de los cambios, tendencias y desarrollos tecnológicos y científicos
a mediano y largo plazo que podrían tener un impacto en su capacidad para
actuar como ente regulador y promotor eficiente de la salud y seguridad en Gran
Bretaña. En el trabajo participaron también la organización
Outsights (consultora de gestión estratégico especializada
en asesorar para el futuro), Ipsos Mori Horizons (una nueva unidad dedicada
a ayudar a sus clientes a comprender y reaccionar ante los desafíos y oportunidades
que podrían afrontar en el futuro) y el Institute for the Future (una
ONG estadounidense que trabaja con organizaciones de todo tipo para ayudarlas
a tomar decisiones informadas sobre el futuro.

Dentro de 50 años nuestro mundo estará poblado de robots inteligentes
que podrían rebelarse contra los humanos, según el proyecto. La
amenaza terrorista contará con armas de destrucción masiva y el
famoso “Gran Hermano” nos observará desde todas partes. El
orden económico mundial deberá afrontar una profunda inestabilidad.
En el año 2010 habrá 45 millones de enfermos más de SIDA
y para 2016, 11 países africanos verán reducida la esperanza de
vida de sus habitantes a la edad de 30 años por los devastadores efectos
de esta enfermedad, para la que no se espera un remedio a corto plazo. En cuanto
a la inmigración, cada vez habrá mayores flujos de población
y mayor tasa de nacimientos, así como más resistencia cultural
a la integración. Estos son algunos de los escenarios que utilizará
el Gobierno británico para planificar su política.

El estudio se dividió en dos análisis; Sigma y Delta. Delta contiene
100 artículos breves en los que se exploran las perspectivas en el futuro
de la ciencia y la tecnología. El análisis Sigma contiene 146
artículos que identifican cuestiones y tendencias del futuro dentro de
un completo espectro de acciones públicas.

Ambos trabajos pretenden que el gobierno británico identifique los riesgos
y oportunidades por venir. Intentan explorar posibilidades que ayuden a las
autoridades a prepararse para el largo plazo y desarrollen políticas
y estrategias consecuentes.

Otro de los objetivos es lograr que los resultados se utilicen dentro del programa
Sciencehorizons del Department of Trade and Industry británico,
y que sirvan para considerar las implicancias profundas que tendrán la
ciencia y la tecnología en la sociedad durante las próximas décadas.

Algunas de las cuestiones que han salido a la luz en el análisis Sigma
señalan que en un futuro no muy lejano nuestro mundo podría estar
lleno de robots inteligentes, podría aprovecharse la energía lunar
y un ejército internacional mantendría la paz global. Por otro
lado, la ciencia seguirá aumentando nuestra esperanza de vida, y se diseñarán
productos que facilitarán la vida de los ancianos.

Algunas perspectivas no son buenas. El primer mundo encontrará la forma
de combatir el cambio climático que él mismo ha provocado, pero
los países pobres seguirán pagando las consecuencias. Asimismo,
continuará existiendo la amenaza terrorista, ahora con armas de destrucción
masiva, el “Gran Hermano” nos observará desde todos sitios
y los robots podrían rebelarse. El orden económico mundial deberá
afrontar una profunda inestabilidad.

Los delitos a través de Internet aumentarán, y habrá organizaciones
criminales activas on-line. El fraude (o suplantación de identidad para
realizar estafas) y el espionaje político serán algunos de los
delitos más frecuentes en la Red. Esto obligará a las empresas
a invertir grandes sumas de dinero en seguridad en Internet.

En salud, los expertos vaticinan que, en el año 2010, habrá 45
millones de enfermos más de SIDA, y la extensión de esta enfermedad
seguirá aumentando en India, China y Rusia.

Para 2016, 11 países africanos verán reducida la esperanza de
vida de sus habitantes a la edad de 30 años por los devastadores efectos
de esta enfermedad. No se espera que se descubra un remedio contra ella en un
plazo medio de tiempo.

En cuanto a la inmigración, cada vez habrá mayores flujos de
población y mayor tasa de nacimientos, así como más resistencia
cultural a la integración.

Políticas de integración inadecuadas o poco efectivas se combinarán
para aumentar la segregación de las comunidades minoritarias en los países
occidentales. Las grandes ciudades serán las más afectadas.

Un cambio importante vendrá de la mano del desarrollo tecnológico:
la mejora y la velocidad de las comunicaciones aumentará el número
de gente que trabaja desde su casa a tiempo completo o parcial, algo que reducirá
la necesidad de los espacios de oficinas. En consecuencia, se modificarán
el horario laboral, los costos laborales y el impacto medioambiental derivado
de los transportes a los centros de trabajo.

Hasta podría cambiar la estructura de las ciudades al reducirse la demanda
de espacios céntricos para oficinas y la desaparición de los barrios
circundantes, dado que ya no será necesario estar a una distancia medianamente
cercana de un centro de trabajo.

El análisis combina así numerosos temas sociales que intentan
“adelantarse” a nuestra época para dilucidar lo que se avecina:
aumento del individualismo y reducción de la cohesión social,
turismo global, incremento de la educación infantil en los propios hogares,
declinación de los estados seculares y desarrollo de las comunidades
virtuales, son otras cuestiones evaluadas.

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